Cuando la doctora Helvia Temprano habla, lo hace con pasión. Es de esas personas a las que se le nota devoción por lo que hace y dice. Y no es para menos, pues su trabajo ha marcado un antes y un después para muchas mujeres. La exposición ‘Cristales de vida’ solo recoge una pequeña parte de su aportación a la ciencia, pero cumple lo que busca: mostrar al mundo lo bonito que es el interior femenino. En la Domus, se hallan 23 enmarcados con muestras ginecológicas tomadas con un microscopio electrónico de transmisión, unas imágenes inéditas que salen a la luz por primera vez en el mundo y que hacen de la naturaleza arte sin artificios.
La exposición es el perfecto ejemplo de cómo el exterior se encuentra también en el interior, a escasos centímetros donde nace la vida. Desde formas que simulan hojas o árboles a otras más cúbicas o redondas, así es el cuello del útero si se mira con un microscopio. “Yo solo he fotografiado la naturaleza. Esa naturaleza es bella porque está ordenada. Es como una orquesta y es preciosa la armonía que hay”, explica Helvia Temprano, exjefa clínica del servicio de Obstetricia y Ginecología del Chuac.
Las imágenes corresponden a una investigación llevada a cabo por la doctora entre 1985 y 1992 y forma parte de su tesis doctoral, que realizó con el microscopio electrónico donado a la Domus por el doctor Vicente Goyanes.
Guarda casi 600 negativos de fotografías de ginecología de esa época, que ahora ha revelado para mostrar al mundo los avances de la ciencia que, a menudo, se quedan en centros de investigación, hospitales, congresos o revistas especializadas.
‘Cristales de vida’ se divide en tres partes. La primera, a la que dedica tres imágenes, demuestra la transparencia del cristal deshidratando la muestra. “Se ve perfectamente la estructura. En cambio, lo otro está negro carbón”, explica la doctora.
La segunda la destina a la cristalografía, de la cual destaca su importancia porque rige amplias zonas del medio ambiente, como las rocas. “La naturaleza de la mujer también tiene unas bases cristalográficas. Son muy bonitas de ver porque hacen formas cúbicas o redondas”, indica.
Los tipos de secreción cervical protagonizan la última parte de la exposición. Temprano cuenta que su tesis permitió al doctor Erik Odeblad –a quien conoció en París en 1986– descubrir dos tipos más de los que se conocían por aquel entonces. Uno de ellos, el P (de pico de fertilidad), se puede ver en la exposición. “La de las estrellitas”, especifica la ginecóloga.
Con esta exposición, Helvia Temprano busca que “todas las mujeres” conozcan las bases de su biología. “No te digo la fotografía (a nivel microscopio), pero sí algo tan básico como que no es ciclo menstrual, es ciclo ovárico. La importancia biológica no la tiene la regla”, afirma. Aquellos que quieran visitar la exposición ‘Cristales de vida’ aún tienen una última oportunidad este viernes, el último día de la muestra.