Un cuarto de siglo del ‘PortAventura’ coruñés que no fue

En mayo de 1999 se llegó a sopesar la creación de un centro temático cerrado, centrado en el mar o en el mundo celta, que acompañaría a grandes atracciones al aire libre, una idea que ya había asomado la cabeza 20 años antes, en otro parque como Santa Margarita
Un cuarto de siglo del ‘PortAventura’ coruñés que no fue
Exterior de la cúpula del monte de San Pedro | Pedro Puig

Lo que hoy en día es un lugar tranquilo, de esparcimiento, e incluso un espacio para la historia, pudo ser muy, pero que muy diferente. Hace 25 años trascendía una idea que proyectaba más algarabía en los pastos del monte de San Pedro. Un parque temático, con noria y otras atracciones era una idea que merodeaba en algunas cabezas de María Pita para este emplazamiento. 


Pero el principal atractivo de este planteamiento era idear un centro de ocio temático, aunque no estaba tan claro a qué se dedicaría. Y es que había ideas para dedicarlo al mar o al mundo celta, con vistas a centros similares dedicados a los vikingos como el de York (Inglaterra). 
 

De este modo, la idea de aquel año 1999 era crear el centro temático en un recinto cerrado, para que su uso fuese factible durante todo el año, mientras que las atracciones se situarían a cielo abierto.
 

Se retomaba así una idea que no era nueva en la ciudad: la de crear un parque de atracciones. Y es que dos décadas antes, durante el último de los tres periodos como alcalde de José Pérez-Ardá (1969-74), ya se planteó un parque de atracciones, aunque en otra de las zonas naturales más emblemáticas de la ciudad.
 

En los incipientes años 70, una delegación madrileña planteaba la creación de un parque de atracciones, en esta ocasión en otra zona emblemática como el parque de Santa Margarita. La idea en A Coruña seguía siendo la de crear la gran zona verde que es hoy en día este entorno, pero el planteamiento de instalar grandes atracciones no disgustaba tampoco.
 

La idea del parque de atracciones no terminó de cuajar y no se llevaría a término, ganando la alternativa de un gran parque, una suerte de pulmón verde en un mar de hormigón. 
 

Así, las norias y las grandes atracciones solo han llegado a la ciudad de manera puntual. Precisamente Santa Margarita ha acogido alguna durante la celebración de su tradicional romería que pone fin a las fiestas veraniegas. Pero también los jardines de Méndez Núñez, o el muelle de Batería en tiempos mucho más recientes, se abrieron a estos entretenimientos.
 

Las grandes ideas de ocio para la ciudad siempre han salpicado el día a día. Quizá la última propuesta llamativa fue la de la concejala Mónica Martínez (Cs) en el anterior mandato, que proponía una gran tirolina entre los montes de Bens y San Pedro

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