Que la natalidad en la ciudad coruñesa tiende a la baja es una constante desde hace una década, con apenas excepciones. Pero el pasado 2022 volvió a marcar un nuevo mínimo, hasta la cuota más baja registrada hasta la fecha. Según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), en 2022 en A Coruña se contabilizaron 1.431 nacimientos, 47 menos que un año antes.
La bajada ha sido prácticamente constante desde hace algo más de una década. Y es que, desde 2008 (2.259 alumbramientos), sólo se vivieron dos ligeras subidas: en 2012 (que pasaron de 2.055 a 2.098) y en el 2015 (que subieron de 1.891 a 1.907).
Durante el final de los años 90 y el principio de los 2000, la ciudad vivía con cifras de natalidad similares a las de los últimos años, por debajo de los 2.000 alumbramientos por año, pero nunca por debajo de los 1.500, como sí ha ocurrido en 2021 (1.478) y 2022. En aquella época se marcó un mínimo en 1996 (1.571), al que se llegaba tras un paulatino descenso que comenzó en los años 70. En ese momento, la natalidad en la urbe herculina volvía a subir, manteniendo un alza, con algún altibajo, hasta el 2008, cuando se volvían a superar los 2.000 nacimientos anuales, cifra que se mantendría hasta cuatro años después.
Si el IGE certifica el 2022 como el dato más bajo, para encontrar el más alto hay que viajar hasta 1975, el primero del conjunto de datos que ofrece el instituto estadístico gallego. Si el año pasado fueron 1.431 los nacimientos, hace medio siglo eran cerca de 3.000 más (4.405). La barrera de los 4.000 alumbramientos anuales se perdería en 1979 (3.550) y la de los 3.000 unos años más tarde, en 1982 (2.950) para no volver a registrarse más datos de ese calibre.
Por otro lado, en 2022 también se consumó la cifra más alta de matrimonios de los últimos cinco años. Fueron, según el IGE, 956 los matrimonios certificados el año pasado, 198 más que en 2021 y 432 más que en el 2020 (año marcado por la pandemia del covid-19 y la cancelación de muchas celebraciones debido a las restricciones).
A pesar del aumento, todavía no se terminan de acercar a las cifras anteriores al 2010, ya que hasta el 2009, siempre se había superado el millar de matrimonios anuales. Al igual que en el caso de los nacimientos, hay que remontarse a la década de los 70 para ver los datos más altos, aunque la variación no es tan drástica como en el caso de los alumbramientos. Así, si en 2022 se contabilizaron 956 matrimonios, en 1975 eran 1.671, y en los tres años posteriores se superaban siempre los 1.500 por año. Para encontrar el dato más alto del siglo XXI hay que viajar al 2002 (1.266).