“El Club del Mar está sano, más sano que nunca. La que no está sana es la piscina municipal”.  Más allá de números, recursos, denuncias o negociaciones ese fue el sentir que quisieron transmitir fuentes de la entidad después de que ésta volviese a copar el debate municipal. A la buena noticia del previsible reequilibrio económico de la semana pasada le tocó esta vez la cruz de comprobar cómo, en Junta de Gobierno local, se daba por prescrita la deuda de casi 45.000 euros correspondiente a 2004, 2012 y 2013. 

La entidad de San Amaro presentó el pasado mes de julio la solicitud de resolución del convenio que le une al Ayuntamiento, al que por otra vía administrativa reclamó 44.931,17 euros en concepto de pagos pendientes. “Dicha deuda nunca se dejó de reclamar por parte del Club, de forma verbal todos los años desde que fue contraída”, afirmaba el documento, que apelaba a la confianza mutua entre ambas partes. 

Recibida razón al respecto, y más allá de lo negativo de la misma, el Club del Mar empieza a dejar entrever un hastío que afecta a su día a día. “La salud del Club del Mar es buena, la piscina no se va a cerrar, la relación con todos los partidos políticos es buena. El Club del Mar no está en contra de nadie y estamos cansados de salir en la prensa por malas noticias”, comentan representantes de la directiva. 

Y es que lo que más dolor produce en una entidad histórica que camina hacia su centenario y que resulta un referente en el deporte formativo de la ciudad es generar un caldo de cultivo para percepciones alejadas de la realidad. 

En ese sentido, muchos socios han transmitido su preocupación por una supuesta situación crítica, amenazas de cierre o la creencia de que la piscina interior municipal permanece cerrada. Todas ellas son falsas y producto del desgaste que la exposición constante en los medios produce.

Inés Rey y la prescripción
La alcaldesa Inés Rey se refirió así a la decisión de la Junta de Gobierno: “Se aprobó un expediente de prescripción de obligaciones por saldos que no pueden seguir figurando en las cuentas públicas, pero no tiene nada que ver con el reequilibrio del club Es una cuestión de tesorería”.
Por lo tanto, mientras la entidad de San Amaro sigue a la espera de la cantidad a asignar en la modificación del presupuesto del próximo mes de noviembre, también suspira por la tranquilidad del día a día. l