Lo que comenzó como una protesta sobre un solar en mal estado se convirtió para los vecinos de O Castrillón en el altavoz perfecto para hacer llegar al resto de la ciudad los problemas del día a día. Varias decenas de personas cortaron la avenida de la Concordia, tal y como habían anunciado, y, pancarta en mano, recordaron a los representantes municipales que quieren “un barrio, non un vertedoiro” y que “O Castrillón tamén existe”. Fueron veinte minutos, entre las 12.10 y las 12.30 horas, en los que se sintieron, por unos minutos, soberanos de su barrio. .
El solar en estado de abandono de la calle de José María Hernansáez, objeto del malestar inicial, amaneció con sorpresa para los convocantes: Varios operarios municipales adecentaron desde primera hora la maleza que traía de cabeza a los inquilinos y viandantes. También se instalaron señales prohibiendo el estacionamiento. Dos viejas reivindicaciones que, no obstante, no frenaron las ganas de gritar y expresar todo aquello que se había quedado en burocracia sin respuesta.
El corte de la avenida de la Concordia no respondió al llamamiento de asociación vecinal alguna, sino a la espontánea acción de una especie de asociación de afectados. Cada ciudadano que se unía, los más veteranos sentados en una silla, gritaba al aire todo aquello que les incomoda.
Respecto al solar la situación va más allá de lo estético. El tramo entre la avenida de la Concordia y la calle de José María Hernansáez es una arteria por la que los más pequeños acuden a la guardería, los escolares al instituto y los mayores, principalmente, al centro de salud. “Me da vergüenza hasta describir lo que allí sucede; la maleza y el abandono es tal que aparecen mascarillas, jeringuillas y, por supuesto, ratas”, denuncia una vecina, que comparte sus quejas incluso con uno de los cinco policías, cuatro nacionales y un local, desplazados para controlar la concentración.
Por su parte, José Antonio Barral lleva 53 viviendo en un barrio para que reivindica atención e igualdad. “La alcaldesa no sabe que A Coruña empieza en el puente de A Pasaxe, no es solamente los Cantones y La Marina, nosotros contribuimos como cualquier ciudadano. Llamamos a Medio Ambiente y la respuesta siempre es “mañana te llamo””, recuerda. “Lo que pedimos es que haya un proyecto para este solar. Hemos pedido que nos reciban para saber qué, cómo y cuándo lo van a hacer. Hay un proyecto del cual no sabemos nada”, prosigue.
A las 12.30 horas, con puntualidad británica, los vecinos levantan la concentración con un aplauso masivo y la esperanza de que éste se escuche más allá del barrio. La realidad dice es que la voz de O Castrillón se hace escuchar cada vez que protesta, después de la reciente mesa redonda para su complejo deportivo.