Un recuerdo más que pasajero, decía Andrés Calamaro en su canción ‘Dulce condena’. Sin embargo, en O Delito, uno de los bares restaurante con más solera de A Coruña, esta máxima no se cumple. La plaza del Papagayo se quedó pequeña para acoger a todos los que quisieron acercarse por allí para celebrar esos 15 años con una tapa de callos, como marca el domingo, y con buena música a cargo de los Greasy Belly primero y los Deibes después.
El anfitrión, corriendo atareado entre las mesas, Lito, que quiso posar para la foto con Carmen, su socia, cocinera y autora de los riquísimos callos, quien empezó con él y con Pachi esta aventura.
De estos 15 años destacó la ayuda que les dio en los comienzos Pilar, del Bulevar del Papagayo, y el de Nando Deibe, líder del grupo que lleva su nombre, y entonces en Caixanova, quien les dio el apoyo necesario para poder montar el bar.
Por allí se dejaron ver clientes habituales, entre ellos mucha gente de la música y la cultura y la mayoría de los que allí trabajaron.
Sobre el secreto del éxito, Lito considera que no es nada especial: “Tratar a la gente como te gustaría que te trataran a ti”. Eso y “ser un bar normal” lo que, en los tiempos que corren, ya es todo un sello distintivo.