La acera que comunica la parte más alta de Eirís con el nuevo barrio de Xuxán aparece poblada de excrementos de perros. Así lo denuncian vecinos de la zona, que se encuentran cada día con la imagen de las deposiciones en la zona peatonal, sin que nadie las limpie: ni los servicios de limpieza municipales ni, quienes están todavía más obligados, los dueños de los animales.
Y es que, además, la nueva ordenanza coruñesa de protección animal endureció la normativa en este casos, poniendo sanciones de hasta 500 euros por no limpiar las deposiciones y obligando a usar líquido con bicarbonato o zumo de limón justo después de las micciones de los perros.
Sin embargo, los vecinos denuncian que esta "amenaza" no parece surtir efecto en Eirís, ya que los dueños de los animales aprovechan que es una zona nueva y poco vigilada para "librarse" de las labores de limpieza. Los residentes en la zona también se quejan de que se trata de aceras que aprovechan, sobre todo con el buen tiempo, tanto para hacer compras y llegar a Matogrande, como los usuarios del centro de la tercera edad de Santa Teresa Jornet para pasear.