La Policía Local detuvo ayer a un sujeto de unos 40 años, procedente de Vigo, en un local de ocio nocturno del centro de la ciudad, como sospechoso de un delito de agresión sexual. Según fuentes policiales, había besado a una joven contra su voluntad y luego había continuado propasándose. Finalmente, se alertó a las autoridades, que detuvieron al sujeto y lo trasladaron a la comisaría de la Policía Nacional a las siete de la mañana. 

El suceso tuvo lugar a altas horas de la madrugada en un local abarrotado. El detenido había abordado a una joven y estaba tratando de congeniar con ella, a pesar de que no parecía estar interesada. En un momento dado, la besó por sorpresa, hasta que consiguió deshacerse de él. Aquello bastó para que la seguridad del local decidiera cortar por lo sano y echarlo. 
 

Segundo intento   

El incidente podía haber acabado ahí, pero el vigués no estaba dispuesto a dejarlo pasar. Obviamente, había bebido alcohol, eran las siete de la mañana, y después de toda una noche de fiesta, no se encontraba en su mejor momento. Consiguió colarse en el interior del local y buscar de nuevo a la joven, que todavía se encontraba allí, tratando de disfrutar de lo que quedaba de la noche.  
 

El detenido volvió a abordarla causando un nuevo incidente .Sobre este último, la denunciante asegura que el sujeto le habría puesto las manos en los pechos, aunque ella misma admite que no puede confirmar si lo hizo para apartarla de ella, dado que en ese momento estaban discutiendo y la situación se estaba saliendo de control rápidamente.  

En todo caso, aquella fue la gota que rebosó el vaso: el personal de seguridad del establecimiento volvió a hacer acto de presencia y se llevó a un lado al vigués, mientras llamaban a las autoridades. El primero en hacer acto de presencia fue un coche patrulla de la Policía Local, que identificó al sospechoso. Como la joven estaba dispuesta a denunciarle, el vigués fue detenido y trasladado a la comisaría de la Policía Nacional, bajo el cargo de agresión sexual.