El lunes pasado tuvo lugar un curioso incidente en Panaderas, donde, según fuentes policiales, había estado actuando un sintecho que abordaba a los transeúntes para pedirles dinero. Hasta ahí, nada extraño, pero el problema es que lo hacía armado con un cuchillo de gran tamaño. El sujeto, un hombre de unos cincuenta años de edad, y que no tiene domicilio, fue detenido por la Policía Local, presumiblemente por un delito de robo con violencia.
LAs mismas fuentes apuntan a que sobre la las diez de la noche, la Sala del 092 recibió una llamada en la que una mujer denunciaba haber sido por un sujeto armado con un cuchillo en Panaderas. Allí enviaron un coche patrulla, que encontró a la denunciante, que les contó que el sujeto la había abordado y exigido dinero. Ella se había limitado a echar a correr y una vez fuera de peligro, había llamado a la Policía.
Una vez les describió al sospechoso, los agentes municipales comenzaron a buscarlo pero ya no se encontraba en Panaderas. Sin embargo, fue localizado poco después en las inmediaciones y se le dio el alto. Cuando los policías locales le cachearon, descubrieron que llevaba encima un cuchillo de casi 30 centímetros.
Mientras estaban recabando información, se descubrió que no era la primera vez que el sintecho había abordado a alguien para pedirle dinero a punta de cuchillo: otra víctima, en este caso un hombre, aseguró que le había exigido dinero de manera violenta en varias ocasiones, cada vez que se cruzaba con él y que ese mismo día había conseguido sacarle dinero. Con las dos declaraciones y el cuchillo, la situación estaba clara, así que los policías municipales detuvieron al sospechoso.
Hay que recordar que por esa zona rondan habitualmente muchos sujetos en riesgo de exclusión social, que normalmente se instalan en los bancos de la Iglesia Castrense donde pasan allí el día, a menudo consumiendo alcohol, y a veces provocan molestias a los viandantes, aunque lo habitual es que se limiten a pelearse entre ellos, creando altercados que disuelve la Policía, pero que normalmente no llegan a acabar en una detención
Otros lugares, como la plaza de Pontevedra, también son un punto de reunió para los sintecho, y también ha registrado las mismas molestias, igual que los campos de fútbol de Labañou.