Los dueños de perros tendrán que limpiar sus orines a partir de noviembre

Los dueños de perros tendrán que limpiar sus orines a partir de noviembre
Un perro se alivia en una señal de tráfico de la calle de San Andrés | pedro puig

A Coruña es una ciudad que ama a los perros (hay más que niños), y sus dueños los bajan a la calle para hacer sus necesidades hasta cuatro veces al día. El resultado son esas manchas olorosas que se descubren en las farolas, en las esquinas, y en los árboles. La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, había anunciado el año pasado que estaba decidida a regular ese aspecto, igual que se ha hecho con las deposiciones sólidas, obligando a los dueños de los perros a bajar a la calle provistos de una botella de agua para diluir la orina de sus animales. Esto figurará en el texto de la nueva ordenanza, cuyo proyecto, que ya está en exposición pública en la web para que los ciudadanos puedan hacer sus aportaciones hasta el día tres del próximo mes.
 

No es que los infractores tengan muchas razones para preocuparse. Si se tienen en cuenta los datos extraídos de las estadísticas anuales de la Policía Local, queda claro que una de las prioridades del Cuerpo municipal no es multar a los dueños que no recojan los excrementos de sus animalitos: en dos años, de 2020 a 2021, no se ha sancionado ni en una sola ocasión. Los propios agentes municipales se defienden señalando que 2020 fue el año de la pandemia, y en ese entonces existían prioridades más urgentes. 
 

Claro que la estadística se remonta a antes de la pandemia, y en 2019 solo se sancionó a un desprevenido dueño, mientras que en 2018 fueron solo seis. Esto parece apuntar a que la Patrulla Verde, la sección de la Policía Local que se encarga de estos menesteres, no ha estado centrado en atacar este problema de incivismo que, aunque no lo parezca, figura entre las principales quejas de los transeúntes, que tienen que esquivar los excrementos cuando caminan por la acera. Hay que señalar que la Patrulla Verde tiene otras muchas competencias relacionadas con los animales y el cuidado de Medio Ambiente. 
 

En todo caso, esta no es más que una de las novedades que, previsiblemente, se recogerán en la ordenanza, una vez esté listo el borrador, se volverá a sacar a exposición pública y luego se llevará a pleno para su aprobación definitiva. Todo el proceso debería estar terminado en noviembre e incluye también otras novedades relacionadas con la recogida de basura. Fontán había señalado en una ocasión que se trata de conseguir que los más desperdicios generan paguen más, al tiempo que impone un sistema de incentivos para desgravar a los que menos ensucian.
 

Se trata de incorporar a la ordenanza la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, texto que vio la luz en abril de este año, y que incluye, por ejemplo, la posibilidad de sancionar la suelta de globos o de regular fumar en las playas públicas. También incluye la “actualización” de las multas por infracciones medioambientales. Es decir, que se aumentará su importe. 
 

A lo largo de este mandato, se ha regularizado varios contratos de Medio Ambiente que estaban pendientes del anterior mandato, como el de limpieza viaria y el de recogida de residuos. Pero todavía queda por resolver el más complicado: el de la planta de reciclaje de Nostián, que la empresa Albada sigue gestionando de forma irregular desde que caducó el contrato desde enero de 2020. La Marea Atlántica asegura que había redactado los pliegos de condiciones del contrato y lo había dejado todo a punto antes de las elecciones de 2019, pero desde la Concejalía de Medio Ambiente aseguran que han tenido que comenzar el proceso desde cero
 

Concienciación

En general, el Gobierno local prefiere hace hincapié en la concienciación más que en la sanción como medio de conseguir que los coruñeses adopten un comportamiento más responsable. Y, de hecho, a lo largo de este mandato se han realizado varias campañas en ese sentido. Por ejemplo, repartiendo vasos reutilizables para poder llevar el café en ellos. 
 

La nueva normativa incluye también otras obligaciones para la hostelería. Por ejemplo, la de ofrecer a los consumidores la posibilidad de ofrecer agua de grifo, en vez de en botella, para evitar los envases. Y, ya que estamos, también puede utilizarse para arrojarla sobre la mancha de orina de una mascota.

Los dueños de perros tendrán que limpiar sus orines a partir de noviembre

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