La emergencia sanitaria por la basura en A Coruña en 1868

"Se ven las calles cubiertas de basuras en las horas de la mañana mientras no puede efectuarse el barrido público, ofreciéndose así un aspecto repugnante a todos un motivo además de justa censura a cuantos forasteros, nacionales o estranjeros visitan esta población", señalaba un bando del alcalde de 1868
La emergencia sanitaria por la basura en A Coruña en 1868

A Coruña está desde este lunes en estado de emergencia sanitaria debido a las consecuencias de la huelga en el servicio de basuras, que está dejando las calles pobladas de desperdicios.

 

Sin embargo, esta no es la primera vez que la ciudad tiene problemas con la basura y la suciedad, más allá de los lógicos anteriores de períodos históricos en los que el saneamiento era una quimera.

 

Hace 156 años, el 26 de mayo de 1868, un bando municipal prohibía "espresamente arrojar a las calles y callejuelas polvo, desperdicios de cocina y toda clase de suciedades", como recuerdan desde las Bibliotecas Municipales de A Coruña.

 

 

 

Firmado por Antonio Argudín y Busto, alcalde de A Coruña durante el reinado de de Isabel II, el bando informa de las prohibiciones de la ordenanza municipal sobre basura, después de observar que "se ven las calles cubiertas de basuras en las horas de la mañana mientras no puede efectuarse el barrido público, ofreciéndose así un aspecto repugnante a todos un motivo además de justa censura a cuantos forasteros, nacionales o estranjeros visitan esta población y que forman por ello un desfavorable concepto de la cultura de los habitantes de la capital de Galicia".

 

Basura en las calles que ofrece un aspecto "repugnante" a vecinos y turistas. Es decir, lo mismo que que ocurre en A Coruña 156 años después. La diferencia está en que entonces se ponía a los residentes en la lupa por arrojar "toda clase de suciedades", mientras que en este 2024 es la huelga de basuras y la acumulación de desperdicios derivada de ella la que acaba por por generar la misma imagen de suciedad que en 1868.

 

En aquel bando el regidor exigía que "en interés (...) de todos sus moradores y del buen nombre de la Coruña" los vecinos dejasen de arrojar desperdicios a la vía pública. "No se permite arrojar a la calle de día ni de noche polvo, inmundicias, despojos de cocina, animales muertos y cualquiera otro objeto que de algún modo pueda ensuciarla o entorpecer el fácil y cómodo tránsito", señala el bando, que también indica que para tirar la basura los vecinos deben aguardar "al paso de la cuadrilla de la limpieza pública, que siempre se anuncia con el toque de una campanilla". Entonces es cuando deben arrojar dentro de su carro las basuras, mientras que si por despiste u otra causa no pueden hacerlo, los vecinos tendrán que retener la basura en casa hasta que vuelvan a pasar: "De manera que en ningún caso se consiente dejarlas en la calle".

 

En caso de incumplir la normativa el bando habla de "multas de irremisible exacción", a la vez que pone a la Guardia municipal el deber de vigilar y denunciar las faltas "bajo su más estrecha responsabilidad". 

 

Bando 1868
Biblioteca Municipal de Estudos Locais
 

La emergencia sanitaria por la basura en A Coruña en 1868

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