El jueves de la próxima semana se dará un nuevo paso para la apertura del complejo deportivo de O Castrillón, por el que los vecinos llevan años esperando: el Consejo de Administración de la Empresa Municipal de Vivienda, Servicios y Actividades (Emvsa) se reunirá para aprobar dos contratos, uno de equipamiento, y el otro de prestación de servicios. Una vez entren en vigor, la apertura del centro (y su polémica piscina), será cuestión de días.
La alcaldesa, Inés Rey, había prometido a los vecinos que las ansiadas instalaciones se inaugurarían antes de que acabara el año. Concretamente, el 27 de diciembre, de manera que urge contemplar todos los trámites lo antes posible. La impaciencia por verla es tal que el Gobierno local celebró jornadas de puertas abiertas para que todo aquel que lo quisiera pudiera ver las instalaciones por dentro.
En el Consejo de Administración se sientan representantes de los distintos partidos políticos que forman la Corporación, pero no se espera ningún voto en contra: todos son conscientes del interés de los vecinos por ver el centro deportivo abierto, a pesar de algunas polémicas. Por ejemplo, la Marea Atlántica y el BNG habría preferido la gestión directa en vez de un contrato de prestación de servicios a una empresa privada.
Es la primera reunión del consejo después de que, en junio, se aprobara la ampliación de capital con 830.000 euros más precisamente para poner en marcha el complejo polideportivo de O Castrillón, entre otras cosas. El problema es que, según el informe de gestión que se presentó en la junta, se debía ampliar el capital a 1.257.197 euros (cifra que en diciembre se elevó a 1.607.601 euros) para “solventar las dificultades de tesorería de la sociedad”. El informe interno de Emvsa advierte de que “de no producirse dicha regularización, pondría en cuestión el principio de empresa en funcionamiento”.
Hay que tener en cuenta que esta ampliación de crédito debería incluirse en la modificación presupuestaria que el Gobierno local negocia estos días con la Marea Atlántica y que se podría presentar el día diez en pleno.
Mientras tanto, Emvsa sigue adelante con el proyecto de O Castrillón, aunque sea a costa de acumular más pérdidas.