En las entrañas del cuartel de Atocha, el discreto lugar de trabajo de 350 personas

Situado en la Ciudad Vieja y que este año cumple 160 años, es el edificio público de la ciudad con mayores dimensiones
En las entrañas del cuartel de Atocha, el discreto lugar de trabajo de 350 personas
El Patio de Infantería del Acuartelamiento de Atocha en una vista desde la segunda planta | Javier Alborés

Coincidiendo con el 160 aniversario de su inauguración, que se cumplirá en diciembre, el Ejército abre a El Ideal Gallego las instalaciones de una de las joyas arquitectónicas más impresionantes de la ciudad, además de protagonista de su historia y de su actualidad, el cuartel de Atocha. Para celebrar esta efeméride “se quiere abrir el recinto a la sociedad coruñesa para que se conozca”, apunta el teniente coronel Enrique Costas, jefe de Comunicación del Mando de Apoyo a la Maniobra.


La primera de las actividades fue la exposición ‘La historia del ejército en viñetas’, que formó parte de la programación de ‘Viñetas desde o Atlántico’. La muestra, que repasa los 500 años de historia de la institución por medio de dibujos de José Manuel Esteban Guijarro, tuvo lugar en el cuartel entre el 12 de agosto y 30 de septiembre. “Ha tenido un total de 1.726 visitante, así que estamos contentos con la repercusión, y con que la gente venga a Atocha y conozca el acuartelamiento”, destaca el teniente.


Construcción


Situado entre los campos da Estrada y de la Leña, este acuartelamiento es la construcción pública de mayores dimensiones de A Coruña y su entorno. El Convento de San Francisco acogía hasta a 1.744 soldados y el Gobierno entendió que la plaza necesitaba un lugar adecuado para el alojamiento de la guarnición. Con ese objetivo, el Ministerio de la Guerra se hizo con una parcela de nueve hectáreas, que es en la que se levanta Atocha, que en un principio se diseñó para albergar a dos batallones. 


El estilo arquitectónico original es mezcla de neoclásico y eclecticismo clasicista, correspondiente al siglo XIX. La fachada principal, que mira al oeste, dispone de un cuerpo principal de tres plantas y de tres patios interiores, Patio de Ingenieros, de Infantería y el central, hoy en día cubierto, se corresponde al comedor del acuartelamiento desde 1972. Su construcción, que duró cinco años (de 1859 a 1864), se realizó bajo la dirección del teniente coronel de ingenieros Joaquín Montenegro y Guitart, siendo Capitán General Atanasio Alesón y Cobos. 


Además, dispone de una capilla en la que el capellán castrense, perteneciente al Cuartel General del Mando de Apoyo a la Maniobra, preside los oficios religiosos que en ella tienen lugar. A su vez, también disponen de ‘habitaciones de transeúntes’, para alojar a  servicios militares que prestan cometidos en la ciudad coruñesa durante un determinado tiempo completo.


Cabe destacar que fue uno de los primeros cuarteles construidos en España con posterioridad a la Desamortización de Mendizábal. Y otra curiosidad: en su parte posterior, en el Campo da Estrada, acogió el primer aeródromo coruñés durante los primeros años del siglo pasado, si bien a partir de 1915 dicha parte fue cerrada, quedando hoy como el aparcamiento.

 

Mismos cometidos


El fin militar que lo vio nacer sigue siendo el mismo 160 años después: es un edificio perfectamente actualizado y adaptado a las necesidades castrenses en la ciudad. “Este acuartelamiento es imprescindible para desarrollar los cometidos que todas las unidades militares de A Coruña tenemos encomendados”, resalta Enrique Costas.


El cuartel abarca diversas unidades militares de gran importancia entre las que cabe destacar las siguientes: parte del Cuartel General del Mando de Apoyo a la Maniobra (junto al Palacio de Capitanía General), Centro de Apoyo Logístico a las Operaciones (Calog-Op), Jefatura de Intendencia de Asuntos Económicos de Operaciones (Jiae-Ops), 4ª Sección Jurídica Noroeste, Batallón de Transmisiones V/22, Centro de Historia y Cultura Militar en A Coruña (entre los que se incluye la Biblioteca Militar), Destacamento de la Comandancia de Obras n.º 4 en A Coruña, Patronato de Huérfanos en A Coruña, Delegación de la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil y Unidad de Expedientes de la Dirección de Personal del ET.


La realidad es que, en los últimos años, la importancia del Acuartelamiento de Atocha en la guarnición coruñesa se ha ido incrementando en lo relativo al número de unidades y personal en aloja. Esto se debe a la inmensa importancia que tiene dicho cuartel, no solo para la ciudad de A Coruña y Galicia, sino para toda España.

 

“La importancia en el seno del Ejército de Tierra cada vez es mayor”, apunta el teniente coronel Enrique Costas


El Acuartelamiento de Atocha está acondicionado para la realización de reuniones con participación de personal civil y militar, así como para prestar apoyo de alojamiento en determinadas circunstancias relacionadas con el servicio (Campaña Contraincendios de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Campaña Covid. De hecho, aunque diariamente trabajan unas 350 personas, el número máximo de personas trabajando en el cuartel está en torno a 800 personas, en situaciones en las que la UME está activada y opera desde A Coruña.


Cabe reseñar que desde este cuartel, el Calog-Op, unidad única en España, coordina el apoyo logístico que se presta en las operaciones en el exterior en el que participan contingentes militares españoles. Este cometido la hace indispensable en todo el territorio nacional y pone de relieve que la importancia del Acuartelamiento sea hoy mayor que nunca.


La Jiae-Ops hace lo propio en lo relativo al apoyo económico, y, por su parte, el Batallón de Transmisiones V/22 presta apoyo en comunicaciones permanentes a las unidades militares desplegadas en las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja  y Castilla y León.
De hecho, las labores que se realizan en el cuartel a diario son de tan magnitud que hace que “la importancia en el seno del Ejército de Tierra cada vez sea mayor”, asegura Costas. Al mismo tiempo, también es útil para las Fuerzas Armadas y para la propia sociedad española en su conjunto.


Biblioteca Militar


En 1996 se crea la Biblioteca Regional Militar en el antiguo Cuartel de San Francisco, más conocido como Cuartel de Macanaz, situado en la Ciudad Vieja. Es en el año 2003 cuando dicho cuartel se destina a usos culturales y se inaugura en el mismo espacio la Fundación Luis Seoane, trasladando la biblioteca al Acuartelamiento de Atocha.


“A nivel España, tierra, mar y aire, hay 223 centros bibliográficos que tienen en su poder libros, con casi cuatro millones de libros en bibliotecas históricas, salas de lectura, centros de enseñanza. Cabe destacar que es la biblioteca central del área norte, que ocupa las siguientes comunidades: Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja y Castilla y León. “En total son una responsabilidad nuestra la cantidad de 141.000 libros”, apunta el coronel Luis Seselle Balcells, director de la Biblioteca Militar.

 

“Aunque en la biblioteca haya un cartel con acceso libre, la gente es algo reacia a entrar”, asegura Seselle Balcells


Además, el coronel también asegura que “tenemos 48.000 libros a nuestro cargo, de los cuales 14.000 son anteriores al año 1900, lo que se conoce como libros de fondo antiguo”. Estos ejemplares están protegidos por la ley de Patrimonio, eso significa que “no pueden salir de aquí si no hay una orden ministerial”, asegura una de los funcionarias presentes en el recinto. Dentro de la biblioteca existe un espacio reservado para estos libros, que se pueden consultar en sala pero no entran en el servicio de préstamo. De hecho, el más antiguo es de mediados del siglo XVI, concretamente de 1580.


Aunque el Acuartelamiento de Atocha no es un lugar en el que se pueda entrar de forma cotidiana, su biblioteca sí lo es. De hecho, el año pasado se acercaron a la biblioteca un total de 400 usuarios, de los cuales utilizaron 70 del préstamo de libros.


“Hay tres motivos por los que no vienen: el primero es que es una biblioteca histórico-militar, si no interesa pues no se acude. En segundo lugar, es el tema papel, que cada día se toca menos debido al auge de las tecnologías. Por último, estamos dentro de un cuartel, y, aunque haya acceso libre, la gente es algo es reacia a entrar”, destaca Seselle.
 

En las entrañas del cuartel de Atocha, el discreto lugar de trabajo de 350 personas

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