Las obras se iniciaron a principios de este mes pero ayer dieron el paso más importante hasta la fecha: las escaleras que conectan Adelaida Muro con Ángel Rebollo comienzan a ser historia para ser sustituidas por unas mecánicas. Ayer se derribaron los primeros peldaños de una actuación que tiene una duración total de once meses y una inversión de 1,1 millones de euros respaldada por fondos Next Genetarion.  

En el tramo existe un desnivel de doce metros y el objetivo es mejorar la accesibilidad peatonal a las viviendas allí ubicadas. Una vez instaladas las escaleras mecánicas, estarán cubiertas con placas de metacrilato y divididas en tres tramos. Esta es una de las dos calles de A Coruña que este año se unirán al exclusivo club  de aquellas que cuentan con escaleras mecánicas o ascensores, en un esfuerzo por fomentar la movilidad vertical que, a diferencia de la horizontal, es exclusivamente peatonal. Este año se van a invertir 1,5 millones de euros (procedentes de fondos europeos) para mecanizar las escaleras de Pintor Villar Chao y Adelaida Muro. Son el próximo paso  de un proyecto que se inició en 2014 y en el que se han invertido más de 4,1 millones de euros.

Salvar esas altas cuestas de  las que A Coruña está tan bien  provista es un objetivo ineludible para una población cada vez más avejentada. Monte Alto, por ejemplo, donde se encuentra Adelaida Muro, tiene una media de edad de  más de 60 años. Y hay que tener en cuenta que en toda la ciudad viven casi 20.000 octogenarios  para los que cualquier pendiente  supone un desafío.
Fue en 2014 cuando el PP comenzó una política de reformas urbanísticas pensadas para que los transeúntes con movilidad reducida que tenían dificultades para subir por escaleras convencionales pudieran salvar los desniveles de la ciudad, dentro del Plan de Accesibilidad.