La recuperación de la normalidad en el ámbito docente ha permitido también a la Escuela de Hostelería formar a sus alumnos con la cercanía, el contacto y la dinámica que tanto condicionaron las medidas sanitarias de los últimos años. El ala formativa de la asociación provincial del sector comenzó el curso formativo 22-23, bajo la denominación BeCook, y lo hizo con la garantía y seguridad de inserción laboral como bandera.
No es solamente que las últimas generaciones de BeCookers rocen el pleno empleo en lo que a salidas laborales se refiere, sino que lo que pone en valor el trabajo de la Escuela es la calidad de esas oportunidades, tal y como afirma el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete: “Todo el personal que se forma en nuestra escuela tiene trabajo asegurado en lugares muy buenos, como demuestra el hecho de que tenemos antiguos alumnos trabajando en restaurantes con Estrella Michelín: tienen un trabajo muy bien pagado y allá donde quieran; ya hemos recibido peticiones para antes de acabar el curso”.
Resulta una curiosa paradoja el hecho de que un sector que habitualmente lamenta la falta de personal se dedique a formar a sus futuros empleados. Sin embargo, se antoja imposible conciliar una educación de alta calidad, personalizada y de élite con una producción masiva de futuros profesionales. “La Escuela de Hostelería siempre ha generado grandes profesionales cualificados, pero no somos capaces de suministrar todo el personal necesario. En Galicia no hay muchas escuelas y es un sector muy grande”, comenta Cañete.
Demanda mano de obra
La demanda de mano de obra es un tema recurrente para la hostelería, al margen de temporadas altas o bajas. Según el presidente de los hosteleros, el margen de maniobra es cada vez más reducido. “La figura del estudiante que trabaja en hostelería para pagarse los estudios ha desaparecido, porque se demanda gente profesional, necesitas personal cualificado con una profunda formación, aunque también es cierto que esa gente que se buscaba la vida ahora está soportada por ayudas familiares”, advierte Cañete.
Por otra parte, la Asociación de Empresarios de Hostelería de A Coruña recuerda a sus asociados el apagón convocado para mañana, entre las 19.00 y las 19.05, en señal de protesta por la factura eléctrica.
La asociación provincial ve con buenos ojos la proliferación de calles peatonales
La actuación sobre la calle de Emilia Pardo Bazán, en la que cobrarán protagonismo absoluto las terrazas y los establecimientos hosteleros, es aplaudida desde la asociación del sector, que sin embargo no intervino en las alegaciones al proyecto inicial del Ayuntamiento. Fueron los propios responsables de los establecimientos de la zona. El presidente Héctor Cañete enmarca la medida con un análisis conceptual. “En general, entendemos que la peatonalización es buena para la hostelería, no es algo que guste a los vecinos, aunque luego sí somos consumidores”, dice el dirigente, que sin embargo también entiende a los vecinos cuando hablan de falta de descanso. “Los españoles somos ruidosos cuando nos reunimos, pero es que los que están en las terrazas son los propios vecinos; es el famoso dicho de not in my backyard (no en mi patio trasero)”, apunta. Y es que Cañete recuerda que no solamente es la hostelería la que sale ganando con el tránsito de viandantes en lugar de coches: “Hay mucha gente descontenta, pero los comercios siempre salen beneficiados. Otra cosa diferentes son los problemas en los accesos”.