La Escuela Oficial de Idiomas (EOI) permite que residentes de la ciudad puedan conocer y entender otras lenguas internacionales. También afianza el dominio del español y el gallego entre emigrantes y extranjeros que buscaban un centro que lo impartiese. Hoy, esta reconocida institución alcanza el 50 aniversario desde su apertura.
A pesar de la fecha tan señalada, la conmemoración del evento se posterga a causa de la carga de trabajo de sus exámenes. No obstante, el centro asegura que realizará varias actividades para celebrar este aniversario. Entre ellas destaca la presentación de exposiciones con múltiples paneles que tratarán los once idiomas que se enseñan (inglés, francés, alemán, italiano, español, gallego, árabe, chino, portugués, ruso y japonés).
También habrá otra muestra que enseñará equipamiento y materiales utilizado a lo largo de estos 50 años; así como documentos entre los que uno tendrá especial relevancia. Una copia del Real Decreto 3226/1968 del 26 de diciembre, que creó cuatro Escuelas Oficiales de Idiomas, entre las que se encontraba la de A Coruña.
La instauración del Real Decreto surgió a raíz del éxito la EOI de Madrid. El interés por extender su modelo de enseñanza no impidió que el centro coruñés retrasase su inauguración seis años. La apertura oficial llegó el 19 de enero de 1974. En sus inicios, carecía de edificio propio; por aquel entonces su enseñanza se desenvolvía en aulas del Instituto Zalaeta. Después de aquellos primeros días, la EOI estableció definitivamente su sede en el número 1 de la calle de la Educación. Hoy en día cuenta con 6.500 estudiantes y más de 100 profesores.
A lo largo de su trayectoria, la Escuela Oficial de Idiomas tuvo una gran variedad de alumnos. Entre ellos está María Dolores Cerviño. Ella inició su relación con el centro como estudiante, pero luego acabó uniéndose al profesorado para enseñar inglés. Desde entonces, ella forma parte de la EOI durante 23 años, una larga relación llena de recuerdos unidos a sus clases.
“Hay muchas razones, porque alumnado no hemos dejado de tener nunca”, asegura Cerviño al preguntarle por qué el centro mantiene tan buena salud después de tanto tiempo. La educadora enumeró el “interés por mejorar su currículum” o “que les gusten los idiomas sin más”.
Cerviño suspira con añoranza tras reflexionar sobre las implicaciones de su relación con la EOI y la conexión con su comunidad educativa: “Lo que más me gusta como alumna y como profe era la variedad de personas que te encuentras. Hay gente de todas las edades y de profesiones y estudios muy diferentes. No sólo aprendes idiomas”.
La profesora detalla como las clases favorecen la conexión entre gente tan dispar como estudiantes, amas de casa o empresarios. Esta diversidad permite curiosas amistades capaces de soportar el paso del tiempo, de manera muy similar a la escuela durante estos 50 años.
Además de su deberes como profesora, Cerviño colabora para que este aniversario sea una realidad junto a algunos de sus compañeros. Aunque hay dudas del momento en que los actos de esta celebración tendrá lugar, existe la posibilidad de que lleguen en algún momento a lo largo del mes de abril.