Desde el estallido de la crisis, el discurso dominante había sido el de centrarse en la rehabilitación sobre la obra nuevas, señalando que existen demasiadas viviendas vacías en A Coruña. En los últimos años, esta tendencia ha ganado terreno, aunque con altibajos de manera que la proporción de expedientes de obra nueva y rehabilitación suele ser del 50% cada una. Sin embargo, en los primeros seis meses de 2022 perdieron protagonismo las nuevas promociones, que representan el 47,07%; frente a las reformas, que equivalen al restante 52,93%, según datos del Colegio de Arquitectos Técnicos de A Coruña (Coatac). Es decir, aparejadores.
El COATAC registró 478 expedientes en la primera mitad de este año, frente a los 443 contabilizados en los seis primeros meses de 2021, así que más de 200 son rehabilitaciones. Aunque es un fenómeno llamativo, no es la primera vez que ocurre, puesto que ocurrió igualmente en 2018 y 2020. Todo depende de la inyección de dinero público en forma de subvenciones, que altera la proporción a favor de la rehabilitación. Para el presidente del Coatac, Roberto Medín, “se está percibiendo el impulso de las obras de rehabilitación energética; el beneficioso efecto de la llegada a Galicia de los fondos Next Generation es evidente”: El Colegio comenzó a tramitar estas ayudas en el segundo trimestre, que es cuando realmente comenzó a despegar la rehabilitación.
Ni siquiera la inflación o la crisis de suministros consigue frenar esta tendencia creada con los fondos públicos. “Las ayudas a la rehabilitación energética son tan importantes que no podemos dejar pasar este tren”, advirtió Medín, que reivindica el papel de la construcción como motor de la economía.