Los experimentos científicos, el trabajo en equipo y la diversión volvieron a tomar ayer el parque de Santa Margarita con motivo del Día de la Ciencia en la Calle, que reunió desde primera hora de la mañana a miles de curiosos que se acercaron a descubrir las sorpresas que los jóvenes habían preparado. Un total de 44 centros y entidades contaron con un espacio en el parque para mostrar sus ideas, que no dejaron de sorprender durante toda la jornada.
Una cocina solar, extintores, trucos de magia, un billar elíptico y mensajes de concienciación ambiental fueron algunas de las propuestas que los estudiantes de 35 centros educativos desarrollaron para la ocasión. El IES Monelos repartió el chocolate caliente más especial. Lucas, Lara, Lidia y Sabela, de 3º de la ESO, prepararon una cocina solar que calentaba el líquido en una pota.
Carolina y Jimena, del CPR Plurilingüe Nuestra Señora del Carmen (Atocha), enseñaron las peculiaridades de un billar elíptico, donde, si el lanzamiento es correcto, la elipse provoca que la bola toque las otras dos que están en el tablero, haciendo una “carambola”. Rebeca, del mismo centro, propuso un juego de magia cuyo truco era un código binario.
El Calasanz PP Escolapios presentó tres ideas. La primera era la exposición de un proceso de fosilización; la segunda, un extintor realizado por Brais y Hugo con tres ingredientes: vinagre, bicarbonato y una pajita; y la tercera, un experimento con microscopio que buscaba concienciar sobre el peligro de los microplásticos. Mateo, de 1º de Bachillerato, explicó que estos son “fragmentos que los podemos producir en forma de pellets y que se utilizan para cosméticos, maquillaje, pasta de dientes y exfoliantes, por ejemplo. Cuando usas estos productos, terminan en el agua, y esta va al mar. Todo ello conlleva los problemas que todos conocemos, como la contaminación de los peces y las sustancias tóxicas perjudiciales para la salud”.
Desde el Colegio Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, Diana, Ariadna y Maloles llegaron para mostrar cómo se genera electricidad a raíz de un cable de cobre enrollado y un imán. Además, Sandra, Víctor, Nicole, Miguel y Adriana generaron plástico biodegradable para su utilización como bolsas u otros elementos, tan solo utilizando agua, vinagre, glicerina y maicena.
El CPI Castro Raxoi, por su parte, jugó con la presión atmosférica a través de una vela, agua y una campana de cristal. Para mostrarlo estaba Eloy.