Una mujer de unos 50 años falleció poco después de las siete de la tarde en San Andrés al ser arrollada por el bus 11 que viajaba en sentido hacia la plaza de Pontevedra. El trágico siniestro tuvo lugar cuando la fallecida cruzaba la calle a la altura de la calle Alameda en compañía de otro individuo, que igualmente fue atropellado. Aunque la unidad de Atestados del a Policía Local todavía continúa investigando lo sucedido, los testigos presenciales apuntan a que cruzaba fuera de paso y con el semáforo más próximo en rojo. El autobús la golpeó de lleno, arrojándola hacia los bolardos de la acera. Al lugar acudieron los servicios de emergencias que le atendieron junto al vehículo pero la víctima había entrado en parada y aunque se le practicó la reanimación cardiopulmonar, murió alrededor de las siete y media, junto en el lugar donde había sido atropellada.

Su cuerpo fue envuelto en una manta térmica a la espera de que un juez ordenara su levantamiento. Mientras esto ocurría, agentes de la Policía Local ordenaban el tráfico, dado que había formado un embotellamiento en la zona, que en ese momento registraba una gran afluencia de tráfico. Los agentes dieron paso alterno a los vehículos que circulaban por San Andrés, dado que el autobús permaneció en el lugar del siniestro. Su conductora, visiblemente afectada por lo ocurrido, recibió apoyo de sus compañeros tras abandonar el vehículo.

No hay que olvidar que la mujer no estaba sola, sino que cruzó la calle en compañía de otra persona, un hombre de edad similar que también fue alcanzado por el bus y que fue trasladado por una ambulancia del 061 a un centro hospitalario. Su estado era en principio muy grave, pero los médicos consiguieron estabilizarlo.

La situación no se normalizó hasta la retirada del cuerpo, que yacía sobre el asfalto. El incidente causó una gran conmoción entre los peatones que caminaban en ese momento por San Andrés, y la Policía Local se vio obligada a precintar la zona para evitar que se invadiera por los transeúntes hasta que acabara todo.