Alba López y Javier Arias son, como se diría al estilo “Un, dos, tres”, matrimonio y residentes en el barrio de Monte Alto, aunque con orígenes en Sarria y Mera. Su conexión con la tierra y su apuesta por la filosofía kilómetro 0 les ha llevado a idear un nuevo concepto de alojamientos turísticos en el Camino de Santiago, con cinco cabañas y zona de glamping con tres tiendas en O Carballal, a pocos kilómetros de Sarria.
A Leira 116, que así se llamará la iniciativa, abrirá sus puertas, previsiblemente, este verano. “Recientemente nos han dado la licencia y las obras comenzarán el 7 de marzo”, explica Alba López, quien destaca esta opción turística como “algo diferente tanto para el Camino como para la comarca” y que busca generar riqueza en el entorno, utilizando productores locales y revitalizando el rural.
“La leche, la fruta, el pan... todo será de empresas de cercanía. Queremos organizar eventos, conciertos o acoger proyectos como el Mercado de la Cosecha. El márketing es algo que me apasiona y tenemos muchas ideas”, apunta López, que creció en la localidad lucense, en pleno Camino Francés, y desde pequeña se acostumbró a tratar con peregrinos.
Por su parte, Javier Arias es diseñador gráfico y junto a su esposa mantiene la empresa Aa Estudio, dedicada al interiorismo. El campamento se ubica en el kilómetro 116 del Camino –de ahí el nombre del proyecto–, en unos terrenos de 14.000 metros cuadrados con zonas arboladas, propiedad de la familia de Alba.
Habrá cinco cabañas, tres de ellas para tres personas y dos para un par de huéspedes. La decoración será “muy gallega”, explican los de Monte Alto, y las tiendas de “glamping” serán de algodón orgánico y con todas las comodidades. El recinto turístico tendrá dos módulos a mayores donde se colocarán la recepción, unos aseos y una cocina de uso común, además de una tienda de merchandising de A Leira 116 diseñado por ellos mismos “para que los visitantes se lleven un recuerdo del lugar”. La máxima, sostienen, es “fomentar la economía circular” y ya planean colaboraciones con artesanas como Idoia Cuesta.
Alba López y Javier Arias destacan que la pandemia “nos ha vuelto más cómodos” y la forma de viajar ha cambiado. “Se busca tener menos contacto y un turismo más local y relajado. Creemos que hay un nicho de mercado en el Camino”, apunta el matrimonio de emprendedores.