Ahora que existen nostálgicos de casi todo puede decirse que en Novo Mesoiro habrá quien eche de menos la pandemia. Y si no que le pregunten a la gerencia de A de Maruja, el primer establecimiento inaugurado durante las restricciones del coronavirus. Cuatro años y medio después de aquel 17 de mayo de 2020 dice adiós para siempre el restaurante situado en el número 1 de la avenida que da nombre al barrio.

La noticia ha corrido como la pólvora en la zona, acostumbrada a celebrar inauguraciones y poco dada a cierres o aventuras frustradas. La de A de Maruja en realidad no se puede decir que fuera un fracaso en lo que a calado se refiere, pues hasta el último día ha tenido un flujo constante de clientes y de repartos a domicilio. Algunos precisamente se enteraron del cierre al intentar reservar una mesa más allá de la noche del 23 de octubre.

Su ‘hermano’ en Matogrande

El rápido crecimiento de A de Maruja, que apostó en su modelo de negocio por mezclar bocadillos generosos en tamaño e ingredientes con pizzas a base de producto gallego, llevó a la apertura de un segundo restaurante en Matogrande. Y es que, mientras A de Maruja funcionaba a pleno rendimiento para Novo Mesoiro, A Zapateira, Elviña o Culleredo, la zona más céntrica de la ciudad se quedaba fuera del área de reparto.

Esa era la misión del establecimiento situado en Juan Díaz Porlier, una calle donde ya existe un puñado de negocios de hostelería. No obstante, y a pesar de la buena recepción, puede hacerse un símil con los eufemismos políticos: el negocio entró en fase de desaceleración. El bum inicial dio paso a dos restaurantes a velocidades diferentes, con el de Novo Mesoiro marcando el ritmo.

La plantilla es de una decena de empleados entre cocineros,  personal de  sala, pizzaiolos  y repartidores

La plantilla de A de Maruja es de una decena de empleados entre cocineros, personal de sala, pizzaiolos y repartidores. Algunos habían sido tanteados por posibles inversores que se habían mostrado interesados en dar continuidad a una marca que ya tenía el terreno ganado. Sin embargo, finalmente nadie se ha decidido tomar el relevo y continuar con un local cuyo nombre hace mención a la madre de los dos propietarios. Uno de ellos seguirá con A do Cuñado, un bar situado dos portales más arriba y más centrado en el servicio de bar de toda la vida.

La página web de A de Maruja reza en su bienvenida: “Facendo pizzas e bocatas dende 2045”. Le faltaron 21 años.