Francisco Uría (Alicante, 1965), es doctor en Derecho, abogado del Estado en excedencia y desempeña un puesto de responsabilidad en una firma internacional de servicios profesionales, pero su faceta de escritor le ha llevado a firmar hasta cinco obras desde 2020. Este viernes presentó en el Sporting Club Casino ‘Eso no estaba en mi libro de Julio César’.
¿Cómo acaba un abogado dedicado al ámbito de la banca escribiendo de historia?
De toda la vida he sido un apasionado de la historia y de la literatura, eran mis asignaturas favoritas. La pandemia me dio la oportunidad de escribir la obra teatral ‘Varsovia 1939’, que ya unía estas dos pasiones. Más adelante, cuando escribí ‘A orillas del Rubicón’ me obsesioné más con el personaje de Julio César y su vertiente política, por lo que acabé realizando el ensayo ‘Julio César. El arte de la política’, donde defiendo que él fue el primer político moderno. En el libro de ahora destaco aspectos no tan desarrollados como la importancia que tuvo España para Julio César y su paso por aquí.
¿Cómo se logra contar algo nuevo de una figura de la que se ha escrito tantísimo?
Es increíble que tantos siglos después Roma en general, y Julio César en particular, sigan suscitando tanto interés. Todos los días se conocen nuevos libros o documentales. Más que descubrir cosas nuevas trato de reorientar al personaje y mirarlo de otra manera. Todos han acentuado su faceta de conquistador militar, muy cercano a Alejandro Magno, pero son muy distintos. Alejandro Magno nunca tuvo necesidad de luchar por el poder: era hijo del rey Filipo y fue educado para ser rey. Fue a Asia a conquistar Asia. Pero Julio César va a las Galias a conquistar el poder en Roma. Pone la política en el centro.
¿En qué detalles se nota esto?
En Roma se votaba, había campañas electorales costosas. César no era tan conocido al principio y necesitó varios factores para ser elegido. Lo primero, ser populista. Lo segundo, grandes cantidades de dinero para organizar juegos en el circo o pagar de su bolsillo obras públicas. Además, está preocupado por el relato; Alejandro Magno no escribió una línea sobre sus conquistas pero César escribió la crónica de la guerra de las Galias, un libro por año que escribe en tercera persona porque quiere hacerlo pasar por un relato objetivo. Es muy fácil imaginar a César con Twitter, si lo hubiera tenido en las Galias hubiese estado contándole a los romanos lo que estaba haciendo. También se preocupaba por el aspecto físico, era criticado por los senadores veteranos por la manera original que tenía de llevar la toga, así que era una especie de influencer.
Habla de que César plantó un plátano de sombra en Córdoba y otros detalles. ¿Eso se ha puesto en valor? ¿Puede verse hoy en día?
Hay signos. El Ayuntamiento de Córdoba plantó otro plátano en el Alcázar, porque el de César no se conserva, y en Sevilla su figura está muy presente.