El Ayuntamiento congelará las tasas e impuestos municipales el próximo año. La decisión fue anunciada en el pleno municipal por el portavoz del grupo socialista, José Manuel Lage Tuñas, durante la aprobación de la ordenanza fiscal de contribuciones especiales que permitirá mejorar los medios del parque de Bomberos de A Coruña, con un importe de más de un millón de euros. 

Así, el también concejal de Hacienda adelantó que no se aplicará la subida del IPC a ninguna tasa municipal y se mantendrán las bonificaciones en vigor. El anuncio llegó tras las críticas de todos los grupos de la corporación sobre la falta de avances en las negociaciones para el presupuesto de 2023 y del modificado de crédito que todavía no ha sido aprobado y que tendrá que hacerlo antes de que finalice el año. Este modificado ya fue anunciado en octubre, con el objetivo de ampliar el servicio gratuito de las escuelas infantiles municipales hasta las ocho horas, para apoyar al Club del Mar y otros asuntos de carácter urgente.
La oposición se puso de acuerdo para dejar claro que no está a favor de la falta de comunicación de los socialistas en cuestiones de índole económica. Mientras Lage Tuñas relaciona esta congelación con “axudas ás familias”, Iago Martínez, de la Marea, aseguró que esta es una medida contraria a la política fiscal progresista, ya que afectará de la misma forma a todas las personas sin diferenciar su nivel de ingresos. Rosa Gallego, del PP, apuntilló que no es lo mismo “congelar” que “rebajar”.  

Mociones

El pleno aprobó por unanimidad una moción del BNG en la que instaba al Gobierno local a licitar, cuanto antes, el nuevo contrato de Nostián, ya que el anterior, adjudicado a Albada, concluyó en diciembre de 2019. El Ayuntamiento se comprometió a publicar este otoño el anteproyecto del nuevo contrato de la planta de tratamiento de residuos. La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, señaló que un equipo técnico ultima el documento para elaborar un nuevo pliego de condiciones. 

El nuevo texto, según la concejala, incluirá el sellado del vertedero de rechazos y la recuperación de tratamiento en la fracción orgánica. Además, la formación nacionalista también puso sobre la mesa la pérdida de derechos laborales del personal de Nostián, a lo que Fontán respondió que el convenio es competencia del comité y la empresa concesionaria. 

El pleno también dio luz verde a las mociones del BNG contra la violencia machista y a favor del refuerzo de la atención primaria. La primera, por unanimidad, mientras la segunda contó con el voto en contra del PP. Sobre la violencia machista, y ante la cercanía de la celebración del 25N, todos los grupos presentaron mociones reclamando más recursos en la lucha contra esta lacra.

También fue aprobada por unanimidad la moción de la concejala no adscrita de Podemos, Isabel Faraldo, sobre las urgentes políticas de bienestar y convivencia animal. El PP, por su parte, presentó una propuesta sobre los terrenos portuarios, en la que reclamó que se “cumpla el acuerdo que propuso la propia alcaldesa, para hacerse con el 75% de los muelles de Batería y Calvo Sotelo”. El portavoz popular, Miguel Lorenzo, fue criticado por el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, que acudió a la hemeroteca para rescatar las palabras del presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, quien afirmó que “Langosteira será capaz de pagar la deuda”, una afirmación contraria a la petición de Lorenzo. La Marea y el BNG rechazaron, a su vez, “pagar con cartos públicos terrenos públicos”.

En la plaza hubo varias concentraciones. Los vecinos del Barrio de las Flores y O Birloque, trabajadoras del Servicio de Ayuda al Hogar y de empleados de las bibliotecas municipales se dieron cita para hacerse oír. La situación de estos últimos fue uno de los asuntos más repetidos en la maratoniana sesión, con preguntas de la Marea y Podemos. Lage anunció que prevén solucionar su problemática este mes. 

Reproches

Susana Soneira tomó posesión en el pleno como concejala no adscrita de la corporación municipal con el objetivo de dar voz a los coruñeses. Lo hizo tras la marcha de Claudia Delso, de la Marea Atlántica, en la sesión plenaria del mes de septiembre. Aunque Soneira formó parte de la lista del partido en 2019, decidió desvincularse de la candidatura de la formación, un movimiento que deja al grupo municipal con cuatro concejales. “Me presenté en la lista de la Marea como independiente, porque Xulio Ferreiro me llamó y decidí apoyar su proyecto, pero siempre fui como independiente”, aseguró Soneira poco después de la marcha de Delso.

Tras el acto de toma de posesión, la nueva concejala recibió la bienvenida de la alcaldesa, Inés Rey, y de los portavoces de todas las agrupaciones, a excepción de María García, quien aprovechó su primer turno de palabra para calificar su entrada de “transfuguismo” y de “satisfacer os seus apetitos particulares”. También acusó a Soneira de “traición” a un colectivo “amplio de persoas que traballan altruístamente”, todo ello para “perseguir un obxectivo persoal”.

La regidora detuvo a la portavoz de la Marea para reconducir el debate al considerar que García le estaba dedicando palabras “grosas” a la nueva concejala. La alcaldesa también tuvo que interrumpir a Soneira en el siguiente asunto, ya que utilizó su turno para contestar –con una voz más templada– las palabras de García, señalando que actúa en base “ó que permite a lei e ó que me piden os votantes”.