La Guardia Civil ha realizado una serie de inspecciones en salones de tatuaje de A Coruña y su área. Han sido más de 30 establecimientos, y en la gran mayoría emplean tintas no homologadas. La operación ‘Opsyl” que han llevado a cabo efectivos de la Patrulla Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil y el Destacamento Fiscal y Fronteras del Puerto de A Coruña, durante dos meses y que han concluido no solo con la incautación de numeroso material de tatuajes, sino de drogas e incluso de dinero falsificado.
Los agentes han inspeccionado más de veinte locales, al presentarse en los establecimientos y solicitar toda la documentación obligatoria pudieron comprobar los distintos incumplimientos de las normativas que regulan este tipo de locales, confeccionando numerosas actas por infracciones de diferentes normativas como son de contrabando, tributarias, sanitarias , seguridad ciudadana, incluso sobre la protección de datos y extranjería. Se ha llegado a descubrir que algunos de ellos se encontraban en situación irregular.
La mayor cantidad de actas (cerca de 80) son por infracciones, al Real Decreto 1599/1997 sobre productos cosméticos, así como la regulación específica sobre higiene y control sanitario. Infracciones con una cuantía elevada siendo la mínima de 500 euros.
También hay que destacar el apoyo del Destacamento Fiscal y Fronteras en esta investigación, a pesar de que normalmente no opera fuera de las instalaciones portuarias. Se trata de un equipo que funciona desde hace un año, tras la última reorganización, según informan fuentes del Instituto Armado.
El trabajo conjunto de ambas unidades fue vital para descubrir además varios salones de tatuajes que funcionaban de forma ilegal en lugares como gimnasios, y otros que no disponían de la licencia correspondiente. Llegando a descubrir un punto de venta de droga, y otro con billetes falsificados, investigando a dos personas por delito de tráfico de drogas y delito de falsificación de moneda.
En total, durante la operación se ha intervenido gran cantidad de material, , así como cierta cantidad de droga en varios de los estudios, desde cocaína hasta ketamina, pasando por hachís y billetes falsificados, valorado todo ello en más de 42.000 euros