El periódico del 21 de marzo de 1997 llevaba a portada el hecho de que la Guardia Civil tendrá dos sedes en Galicia, la entrega de Bazán a la Armada tailandesa del portaaviones "Chakri Naruebet" y la condena de seis años a Mario Conde por el caso Argentia Trust.
Pura coincidencia. El servicio de recogida de vehículos se moderniza cuando es inminente la entrada en vigor de la nueva Ley de Seguridad Vial, que permitirá la retirada de vehículos que infringen la Ordenanza Reguladora del Aparcamiento (ORA), pero tanto la empresa concesionaria como el concejal de Tráfico han anunciado ya que la grúa no actuará de manera indiscriminada. El Global Position System (GPS) permitirá retirar con mayor rapidez los turismos que incumplan las normativas municipales y detectar las zonas en las que se producen más iletaglidades.
La prisión provincial de La Coruña ha puesto en funcionamiento un programa de mantenimiento de drogodependientes con metadona, convirtiéndose así en un centro dispensador y prescriptor de sustitutivos opiáceos, lo que permitirá a la población reclusa seguir un proceso para su desintoxicación. Las personas que están recibiendo ayuda de las unidades asistenciales podrán seguir el proceso curativo al ingresar en el centro penitenciario, evitando alteraciones en la recuperación del enfermo.
La Dirección General de la Guardia Civil continúa sin establecer con total claridad cómo quedará la sede de la Benemérita en Galicia tras la aprobación por parte del Gobierno de un real decreto que establece que las jefaturas del Cuerpo deben estar en las capitales autonómicas. Mediante un comunicado, la Dirección General puntualiza que "La Coruña continuará acogiendo las dependencias de la XV Zona, a cuyo frente estará un oficial general de la Guardia Civil". En la práctica, esto supondría una duplicidad geográfica de los efectivos de la Benemérita en Galicia.
El ínclito cura conocido gracias a sus fanfarronerías televisivas padre Apeles organizó un bochornoso espectáculo, en el polémico programa de Pepe Navarro "Esta noche cruzamos el Mississippi", al agredir al ufólogo coruñés, experto en temas relacionados con las sectas y colaborador policial Manuel Carballal. Este religioso debatía con Carballal sobre la videncia, con otras tres mujeres. Apeles y Carballal estaban, en teoría, en el mismo bando, mostrándose escépticos ante las videntes. Sin embargo, Manuel Carballal empezó a rebatir algunos de los argumentos del cura, que defendía la videncia en la iglesia Católica. Según el coruñés, en ese momento la discusión empezó a subir de tono y, después de que él le tapara la boca, el sacerdote perdió el control y le dio una colleja. Acto seguido se levantó y abandonó el programa.