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viernes | 8 noviembre | 2024
La ronda de Nelle, a la altura del número 30, fue el escenario hace 25 años de un llamativo episodio de violencia reflejado por El Ideal Gallego en su edición del 8 de noviembre de 1999. Llamativo porque lo que ocurrió fue que un joven golpeó a un hombre en la cabeza con un palo porque este se negó a darle un cigarrillo. El autor de la agresión fue detenido y su víctima tuvo que ser trasladada al hospital Juan Canalejo, el actual Chuac. Más amable fue la visita a la ciudad del buque-escuela alemán “Gorch Fock”, relatada por El Ideal hace 50 años. En 1949, hace 75 años, empezaba a solucionarse el problema del desabastecimiento de carne, mientras que en 1924, hace cien, era inminente el traslado de la Casa de Telégrafos a un nuevo local.
Un joven fue detenido a primera hora de la tarde de ayer, 7 de noviembre de 1999, después de que agrediese a un hombre en la cabeza con un palo porque este se negó a darle un cigarrillo. Los hechos se registraron pocos minutos antes de las tres de la tarde en la ronda de Nelle, a la altura del número 30. Un matrimonio paseaba por la zona cuando dos jóvenes se acercaron y uno de ellos les pidió un cigarrillo. El hombre, identificado como Luis B. V., de 46 años de edad, se negó a darle tabaco, tras lo cual, uno de los jóvenes cogió un palo y le golpeó en la cabeza.
En el momento en el que el herido cayó al suelo, el acompañante del agresor se dio a la fuga, sin que pudiera ser localizado. Hasta el lugar se desplazó una patrulla formada por dos agentes de la Policía Nacional y detuvo al atacante, que resultó herido leve. Una ambulancia tuvo que trasladar a la víctima de la agresión al Juan Canalejo. El herido presentaba una importante brecha en la cabeza y una contusión en un hombro.
Por otra parte, más de 400 vecinos de San Pedro de Visma respaldaron ayer el proyecto de ampliación del cementerio, que permitirá construir 1.500 nichos.
El comandante del buque-escuela a vela ‘Gorch Fock’, de la Marina de Guerra Alemana, surto en el puerto coruñés, visitó en la mañana de ayer, 7 de noviembre de 1974, acompañado del agregado de Defensa de la Embajada y del cónsul general de Alemania en Galicia, a las primeras autoridades coruñesas. Como recuerdo, los visitantes alemanes fueron obsequiados con el libro ‘La Coruña, arte y paisaje’.
Por otra parte, un problema fundamental se le plantea a los alumnos de la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica que intentan poner en pie, por cuarta vez, la Feria de la Construcción de Galicia: no hay local donde montar la exposición. “Lo último que le faltaba a La Coruña –comenta uno de los organizadores– es que, además de carecer de plaza de toros, de un verdadero cine de Arte y Ensayo, y con el Deportivo en Tercera, se fuera a permitir el lujo de perder la feria de muestras que, en un plazo más breve, prometía alcanzar un auge, cuando menos, nacional”. La feria del año pasado, instalada en las Galerías de Alimentación del Barrio de las Flores, ocupó unos 1.500 metros cuadrados. Asistieron 40 casas constructoras de Galicia y hubo más de 9.400 visitantes.
Las gestiones iniciadas hace unos días por el gobernador civil, Rafael Hierro Martínez, sobre el abastecimiento de carne a la capital han concluido con un resultado satisfactorio. Hoy, 8 de noviembre de 1949, se pondrán a la venta unos 17.000 kilos de tan importante artículo y prosiguen las gestiones para que el abastecimiento no se interrumpa en días sucesivos.
En el capítulo de sucesos, sobre las once de la mañana de ayer, Manuel Pérez Nin, que habita en el tercer piso de la casa número 22 de la calle de San Andrés, bajó a desayunar al segundo piso y cuando regresó al tercero notó la falta de un reloj de pulsera que había dejado en la mesilla de noche, valorado en 300 pesetas. Además, trabajando ayer en la zona del puerto se produjo lesiones de carácter leve el obrero Manuel Rodríguez Canzobre, de 27 años, vecino de la calle Caballeros.
Hace días publicó el ‘Boletín Oficial’ el anuncio que reprodujo la prensa, abriendo un concurso entre los propietarios para el arriendo de un local destinado a las oficinas de Telégrafos. La noticia es como para celebrarla con un aplauso, pensando en que constituye un buen síntoma de que la vergonzosa instalación de los Telégrafos va por fin a desaparecer y con ella una de las mayores ignominias que ofrece nuestra ciudad a todo el que tenga precisión de desfilar por el indecoroso alojamiento de este indispensable servicio.
Un solo reparo había que poner a la anunciada subasta. La Casa de Telégrafos está amenazada de alejarse de la de Correos, y dada la relación entre estos dos servicios, será deplorable el que esta separación se realice, tanto más cuando la oficina postal demanda también una instalación más amplia y más adecuada.
