Hildita, la pastelería que convirtió el dulce en un símbolo de A Coruña

Este domingo, 12 de enero, se cumplieron cinco años del cierre del local de la calle Alameda
Hildita, la pastelería que convirtió el dulce en un símbolo de A Coruña
Colas a la puerta de Hildita | Javier Alborés

Este domingo se cumplieron cinco años desde que cerraron sus puertas, pero su espíritu y su nombre todavía salen en las conversaciones cuando alguien pregunta por los mejores pasteles de A Coruña. Era Hildita, una confitería de las de 'toda la vida' que dijo adiós en 2020 tras más de sesenta años endulzando a toda la ciudad.

 

Este lunes, desde los perfiles sociales de las bibliotecas de A Coruña han querido homenajear a este comercio, que forma también parte de la historia de la ciudad. Así, cuentan que Hildita empezó gracias a las manos del maestro pastelero Juan Campos Oller en 1952, quien fundó esta confitería en honor a su hija de siete años en la Vereda del Polvorín de Monte Alto. Desde allí, ocho años después, viajó hasta la calle Alameda, donde Campos Oller se asoció con Isidoro Castillo Rábade, también pastelero, y de la mano del cual creció un negocio que se convirtió "nun referentes grazas ás súas receitas únicas".

 

 

 

Uno de los postres más aclamados de Hildita y que pronto se convirtió en símbolo de la pastelería, fueron los pasteles milhojas, que junto a recetas como las tartas de almendra o las pastas de té incluso llegaban a anunciarse como parte de los menús más exquisitos para las fiestas de Fin de Año.

 

José Sánchez García, que había empezado a trabajar como mozo de los recados en los años 60, tomó el relevo al frente de Hildita en 2004 y hasta el cierre de sus puertas el 12 de enero de 2020.

 

Sin embargo, la sombra de Hildita es tan alargada, que todavía permanece presente en la carta del Fábula Café, el local que ocupa ahora su lugar y que decidió recuperar tanto las puertas de estilo modernista como la presencia de las milhojas de Hildita en su menú.

 

Es más, hay espacios en los que el tiempo se ha quedado parado en cuando la calle Alameda todavía olía a los pasteles de Hildita. Un ejemplo es la aplicación de Google Maps, en la que todavía se puede navegar y ver la fachada de la mítica confitería coruñesa. Como si nada hubiese pasado y todavía nos pudiésemos coger un pastelito de camino a los Cantones.

 

Hildita desde Google Maps
Hildita desde Google Maps

Hildita, la pastelería que convirtió el dulce en un símbolo de A Coruña

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