Los hurtos en A Coruña crecen cerca de un 25% durante los meses de verano

Los hurtos en A Coruña crecen cerca de un 25% durante los meses de verano
Las ferias, como la de los artesanos, son lugares ideales para robar al público, mientras está ocupado examinando los expositores | patricia g. fraga

El verano es, por definición, la época del disfrute al aire libre, de las grandes fiestas, festivales y ferias, grandes aglomeraciones de gente entre los que se mueven los rateros, listos para perpetrar un robo al descuido, o hurto. Si se pregunta a las fuentes policiales, estas suelen responder que no hay nada fuera de la normalidad, pero la normalidad, en este caso, es un incremento del 25% en los hurtos, de manera que se llegan a denunciar 17 de estos delitos al día.  
 

Lo habitual, según las estadísticas de criminalidad, es que se produzcan una docena de estas denuncias al día, aunque hay que tener en cuenta que los hurtos son uno de los delitos con más denuncias falsas. En muchos casos, el afectado, si ha perdido un objeto valioso, como por ejemplo un móvil, prefiere denunciar que lo ha perdido para que el seguro le compense. Normalmente acaban confesando la verdad después de que los agentes empiecen a hacer más preguntas para tratar de localizar a los supuestos ladrones. Pero para entonces, ya ha cometido una simulación de delito. 
 

Sin embargo, la mayoría de las denuncias resultan ser ciertas, y los policías tienen verdaderos problemas para tratar de prevenir o resolver estos casos. La Feria das Marabillas, así como las Ferias del Libro, tanto el nuevo como el antiguo, son algunos de los lugares donde más actúan los descuideros. De hecho, se suelen formar dispositivos con agentes de paisano tanto de la Policía Nacional como la Local en prevención de este tipo de delitos, pero los propios agentes reconocen que no es fácil localizar a estos ladrones. “Muchas veces cuando los coges, ya han pasado la cartera o el móvil a un cómplice, de manera que tienen las manos vacías”; explican. 
 

Otro escenario importante de los hurtos son las playas, donde los bañistas más desafortunados regresan de un chapuzón para encontrarse con que ha desaparecido su mochila, o algún objeto de su interior, normalmente el teléfono móvil. 
 

A juicio rápido

Todos, o casi todos, son delincuentes reincidentes, que se mueven en la marginalidad. Normalmente ni siquiera son detenidos, sino que se les cita en el momento para un juicio rápido. Solo si existen problemas de identificación se les lleva a la comisaría de Lonzas, para que pasen por los trámites apropiados, o si se resisten o tratan de escapar. 
 

Por otro lado, en muchas ocasiones las víctimas no saben que les han robado hasta que es demasiado tarde: a menudo los voluntarios de Protección Civil, que participan en muchos de los dispositivos de seguridad de estos grandes eventos, reciben carteras de manos de personas que las han encontrado tiradas en cualquier rincón, muchas veces vacías de dinero. Pero casi es más frecuente que desaparezca el móvil, un objeto que cada vez se vuelve más valioso.

Los hurtos en A Coruña crecen cerca de un 25% durante los meses de verano

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