Ibrahima, uno de los senegaleses que socorrieron a Samuel Luiz: "Nunca había visto algo así, estaba lleno de sangre"

"Todos los acusados estaban presentes", sostiene Magatte
Ibrahima, uno de los senegaleses que socorrieron a Samuel Luiz: "Nunca había visto algo así, estaba lleno de sangre"
Ibrahima Diack, a su llegada al juicio | Quintana

La Audiencia Provincial de A Coruña acogió este viernes la tercera jornada del juicio por la muerte de Samuel Luiz, el joven de 24 años que perdió la vida el 3 de julio de 2021 en el Paseo Marítimo a causa de una brutal paliza. Dos de los cinco acusados –Alejandro Míguez y Katy Silva– testificaron este jueves, alegando que trataron de parar la agresión y apuntando directamente a Diego Montaña y Alejandro Freire, alias Yumba. El primero, aseguran, inició la agresión. El segundo, dicen, agarró a la víctima del cuello mientras Montaña le pegaba. A partir de ahí, en cuestión de minutos se produjo la fatal turba. 


Durante la tercera sesión pasaron por la sala varios testigos de los hechos: dos amigas de la víctima e Ibrahima Diack y Magatte Ndiaye, los senegaleses que socorrieron al joven antes de perder la vida por un fallo multiorgánico provocado por los golpes recibidos. También prestó declaración un hombre que se encontraba en las inmediaciones del Paseo Marítima durante la fatídica madrugada, en calidad de testigo.
La primera en declarar fue Lina, la amiga de Samuel que se encontraba con él realizando la videollamada a la salida de un pub de Riazor en la madrugada del 3 de julio. Los nervios de la joven, palpables desde el primer momento, no le impidieron relatar cómo vivió la fatídica noche en la que su amigo falleció. Incluso tuvo que hacer frente a duras preguntas de los abogados de la defensa haciendo referencia, entre otras cosas, a la orientación sexual de la víctima. No pudo evitar romper a llorar al final de su testimonio.

 

Cuando todo comenzó

“Cuando estábamos en la bancada haciendo una videollamada con mi expareja, al rato pasó una pareja, se dirigieron a nosotros diciendo que parásemos de grabar”, señaló. Lina explicó que era ella quien sujetaba el móvil, sin embargo, los comentarios fueron hacia Samuel: “Al rato él –por Diego Montaña, aunque también atribuye el mismo insulto a Katy Silva– le dijo: ‘Para de grabar, maricón de mierda’”. Agregó, además, que Montaña añadió una amenaza: “Te voy a matar”. La víctima entonces se dirigió a su amiga preguntando que por qué tenía que escuchar esas palabras. “¿Por qué maricón de mierda?”, afirmó. 


En ese momento, describió Lina, “Diego se lanzó y le golpeó. Llega un amigo y le agarra del cuello y Diego se tira encima de Samuel, que está en el suelo mientras uno le agarra y otro le pega”. Ahí es cuando la amiga del fallecido intenta meterse para separar, pero, sostuvo, “Katy me empujó, me tiró al suelo y me dijo: ‘Tú vete de aquí que no pintas nada’”. “Yo dije que era mi amigo, grito buscando ayuda y una pareja me ayuda a levantarme del suelo y seguí pidiendo ayuda”, añadió. 


Entonces, recordó, “llegó mucha gente y no pude meterme. Vino un chico senegalés y me ayudó, cogió a Samuel y lo mantuvo en pie. Ahí yo estaba más tranquila porque pensé que se iba a acabar todo”. Lina explicó ayer que todo fue “cuestión de segundos”. Cuando el joven senegalés socorrió a Samuel y le ayudó a caminar, la víctima le pidió a su amiga que fuese a por su móvil. Ella retrocedió unos metros y, según declaró, cuando volvió a mirar vio a un grupo de gente correr hacia donde estaba Samuel. “Intuí que iban a por él otra vez. Fui corriendo y le pedí a gente que había por allí que me ayudasen, que le estaban pegando otra vez seguro. Cuando llegué, ya estaba en el suelo. Fue en cuestión de segundos”, manifestó.


La amiga de Samuel definió lo ocurrido en ese momento como una “persecución a lo largo del Paseo Marítimo”. A preguntas de la fiscal, Olga Serrano, para clarificar si existe la posibilidad de que Montaña le comenzase a agredir por su condición sexual, Lina sostuvo que “Samuel nunca ocultó su orientación sexual, que se veía que era diferente y tenía una voz fina”. El letrado de Diego Montaña, Luis Manuel Salgado, se mostró especialmente insistente en saber si la testigo considera que la vestimenta de Samuel (una camiseta blanca y unos vaqueros) en la madrugada del 3 de julio de 2021 era “de apariencia homosexual”.
Después del testimonio de Lina, llegó el turno de la segunda testigo de los hechos. Vanesa, la persona con la que Samuel y Lina hablaban por videollamada cuando comenzó la agresión. Llegó más calmada que la primera y remarcó que su único interés es “que se haga justicia”.

 

“Deja de grabar, maricón”

“Estuvimos hablando un rato y después vi cómo una pareja se acercó a ellos porque giraron la cámara. La pareja venía alterada y Samuel y Lina dijeron que no estaban grabando a nadie, que era una videollamada”, afirmó. A continuación, Montaña le dijo (coincidiendo con la versión de Lina): “Deja de grabar, a ver si te voy a matar, maricón”.


La cámara, entonces, “se empieza a mover muy rápido y solo escucho a Lina gritar que lo dejasen, que era su amigo”. La acompañante de Samuel pedía que “parasen”, pero Vanesa subrayó que no escuchó ninguna otra voz femenina rogando a Montaña que dejase de pegar a la víctima, tal y como declaró este jueves Katy Silva, la acusada. La emisión se cortó y Vanesa trató de ponerse en contacto con Lina, quien no contestaba. El móvil de Samuel, dijo, estaba apagado. “Lina me devolvió la videollamada y vi cómo estaban aguantando a Samuel. Escuché su voz diciéndole a Lina que fuese a por su teléfono. Samuel no se aguantaba por sí solo y Lina estaba nerviosa, empezó a correr al ver que otra gente iba corriendo. La llamada se cortó”, relató. Cuando Vanesa logró contactar de nuevo con Lina, aseguró “ya se llevaban a Samuel”. Horas después, Lina le comunicó el terrible desenlace: Samuel había fallecido.

 

“Teníamos miedo”

Tras las declaraciones de las amigas de Samuel, llegó el momento de escuchar a Ibrahima Diack y Magatte Ndiaye, los dos senegaleses que auxiliaron a Samuel durante la turba. Diack fue el primero en prestar declaración. Lo hizo mostrando seguridad en sus palabras. Con actitud tranquila, esquivó algunas cuestiones que la defensa quería poner sobre la mesa, como la de la orientación sexual. Sobre si la vestimenta de Samuel podía indicar que era homosexual, Diack fue tajante: “Era un ser humano, como nosotros”. Lo primero que Ibrahima dijo fue: “Un grupo de chicos estaba pateando a Samuel”. Ambos –Diack y Ndiaye– estaban de paseo en la madrugada del 3 de julio de 2021 y de repente, “vimos una pelea y a un chico en el suelo al que estaban dando patadas”. Cuando deciden intervenir, explicó, agarró a la víctima con sus brazos: “Lo estaban rodeando. Intentamos cruzar para que no le persiguiesen”. Cuando llegaron al lugar, el estado de Samuel era muy grave. “Nunca había visto algo así, estaba lleno de sangre por todas partes, no podía defenderse”. Mientras tenía a Samuel agarrado, Diack relató que “le estaban golpeando dándole patadas; nos perseguían sin parar”. 


“Teníamos muchísimo miedo”, dijo también en nombre de Ndiaye, pues por entonces no tenían papeles y se encontraban en situación irregular. Por ello, comentó, ayudaron a Samuel, pero no llamaron a la policía: “Si fuéramos españoles habríamos llamado y explicado todo”. Durante la persecución, subrayó este testigo fundamental, “también recibí muchísimos golpes por tenerlo agarrado”. Momentos después, “Samuel cayó desplomado en mis brazos mientras nos rodeaban, después los chicos desaparecieron”. A preguntas de la fiscal, Olga Serrano, Diack apuntó a Alejandro Freire, alias Yumba, como uno de los autores. “En esos momentos no estás atento a nadie, pero me acuerdo de su cara”, dijo. 


Magatte Ndiaye también contó lo ocurrido en la fatídica noche e identificó a todos los acusados como presentes cuando él y Diack trataban de socorrer a Samuel. Cuando llegaron al lugar para auxiliar al fallecido, aseguró que su amigo cogió a la víctima, que ya no se sostenía en pie, y  él se quedó atrás “para intentar frenar al grupo, pero era difícil”. 


Los dos senegaleses recibieron el permiso de residencia y trabajo concedido por el Gobierno por su acción de auxiliar a Samuel. El Ayuntamiento aprobó, además, una moción para nombrarles hijos adoptivos de A Coruña.


Antes del fin de la sesión también acudió a declarar otro testigo. Alexander afirmó no recordar los hechos con claridad debido al paso del tiempo, pero sí confirmó la existencia de un tumulto de gente pegando. Mencionó la existencia de una “botella” en lo alto “con intención de llevarla abajo” y el posterior ruido de que había roto. El lunes declararán cinco amigos de los acusados. 

Ibrahima, uno de los senegaleses que socorrieron a Samuel Luiz: "Nunca había visto algo así, estaba lleno de sangre"

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