La plaza de Pontevedra es uno de los nudos más importantes del tráfico en A Coruña donde converge el tráfico proveniente del Paseo Marítimo con el de San Andrés y el de Juana de Vega. El resultado es que siempre se satura, así que la Concejalía de Movilidad, que dirige Francisco Díaz Gallego, ha reforzado la señalización en la calle de Modesta Goicouría para tratar de fomentar el uso de Juana de Vega, que está infrautilizada, y aliviar así los atascos que se forman cuando los vehículos tratan de circular por Juan Flórez para salir por la ciudad. 

El concejala señala: “Si estas en Modesta Goicouría y quieres salir de la ciudad por Alfonso Molina el camino más rápido es Juana de Vega, ni Juan Flórez ni Padre Feijoo”. Sin embargo, instintivamente el conductor quiere dirigirse en línea recta. “Por costumbre o percepción equivocada no se usa, eso es lo que pretende corregir la señal”, explica. Así se forma un cuello de botella, uno de los más problemáticos.
 

No es la primera modificación que realiza Movilidad en lo que se refiere al tráfico en la plaza de Pontevedra en lo que va de año. A mediados de octubre, decidió cambiar la ruta de la línea 21 para que no tuviera que girar alrededor del islote central (donde se encuentra la cafetería Manhattan). 

Semáforos 

El problema son los cinco semáforos que se encuentran en la plaza, a escasos metros los unos de los otros, y que han convertido la plaza en una especie de trampa de la que es difícil zafarse, a menos que se de un gran rodeo. En realidad, a día de hoy la circulación en el centro de la ciudad depende de dos vías de gran capacidad para su funcionamiento: la avenida del Puerto y el Paseo Marítimo, puesto que San Andrés, que normalmente está saturado, no puede soportar mucho más tráfico, y en el futuro su capacidad se reducirá aún más dado que existen 

planes para convertirlo en una especie de bulevar.
 

Hay que tener en cuenta que solo por el Paseo Marítimo transitan diariamente unos 21.232 vehículos (Intensidad Media Diaria), y por la de San Andrés, unos 6.797, mientras que la avenida del Puerto, soporta unos 23.000, lo que la convierte en la más transitada de la ciudad. Como estas dos avenidas dependen a su vez de sendos túneles (el del Juana de Vega y el de La Marina) cualquier incidente  en estos puntos colapsa el centro rápidamente.