La alcaldesa, Inés Rey, celebra su primer año de su segundo mandato o, como dice ella, su quinto año. En las últimas elecciones, consiguió aumentar la presencia socialista en el hemiciclo y llegar a once concejales a pesar de perder miles de votos gracias a la desintegración del espacio a su izquierda. Gobierna en minoría con el apoyo del BNG y trata de fomentar en A Coruña una imagen de ciudad moderna y con futuro: la segunda modernización.
Segundo mandato, primer año. ¿Ha sido más fácil que el primer año del primer mandato?
Bueno, realmente para mí es el quinto año. Es la continuidad de un modelo de ciudad y un proyecto que empezamos a implementar en el año 2019, donde llegamos al Gobierno y tuvimos que reactivar toda la maquinaria interna, externa, después de ocho años de parálisis en la gestión municipal. Hay una apuesta por la recuperación del orgullo y la ambición de ciudad a través del liderazgo de A Coruña como ciudad referente en el ámbito cultural, en los grandes eventos musicales, culturales, deportivos y encuentros profesionales que han vuelto a posicionar a A Coruña en el mapa.
Sobre las fiestas ¿Qué me dice de esas facturas irregulares del IMCE? La oposición habla de 4,3 millones de euros.
Mire, el modificativo para hacer frente a los pagos pendientes que quedaron en el IMCE se aprobó en Junta de Gobierno. Esta tarde (ayer) se va a celebrar el Consejo Rector del IMCE. La semana que viene, el lunes, irá ese dictamen a la Comisión de Hacienda y el jueves a pleno, con los números que aparecen en dicho modificativo, que está evidentemente informado tanto por la Intervención municipal como por la Asesoría jurídica.
Nosotros firmamos un acuerdo de investidura con el BNG, no un acuerdo de adhesión inquebrantable. Cada uno mantiene su posición política
¿Qué destacaría de este año?
La continuidad en el modelo que llevábamos implementando ha hecho que trajéramos ya un viento de cola muy favorable para tener una buena velocidad de crucero a la hora de la gestión municipal. En este sentido, destacar, por ejemplo, las 110 obras que se han puesto en marcha en este mandato de las que ya hemos ejecutado 56.
¿Y grandes proyectos?
Hemos seguido ampliando BiciCoruña, que creo que es uno de los servicios que mejor acogida han tenido por parte de toda la ciudadanía, además de una manera muy transversal, una apuesta importante que hizo el Gobierno municipal y que ahora estamos viendo sus resultados y son exitosos y muy positivos. Hemos iniciado y tenemos en marcha, como digo, obras en todos los barrios. Desde el mercado de Monte Alto a la calle de San Andrés, O Castrillón, Os Castros, Pla y Cancela, Peruleiro, el Agra, Os Mallos y A Sardiñeira con la urbanización de la estación intermodal. En el ámbito social, por ejemplo, creo que ha sido un hito el desmantelamiento por fin del último poblado chabolista que quedaba en A Pasaxe y, por decirle algo de lo más reciente, creo que ha sido muy positivo y que será todavía más positivo para la ciudad ese Plan 2030- 2050 que hemos puesto en marcha de la mano de Isabel Pardo de Vera. Afrontamos la segunda gran modernización de Coruña.
Habla de la segunda modernización. ¿Cuál es la otra? ¿La de Paco Vázquez? ¿Por qué no la de Manuel Casas o la de Alfonso Molina?
Bueno, yo hablo para la memoria reciente, para situar un poco el marco. Creo que la primera gran revolución y transformación urbana se vivió con un gobierno socialista, que fueron los sucesivos gobiernos de Paco Vázquez, sobre todo en los primeros años, donde se sentaron las bases de A Coruña moderna, que tenía como señas de identidad una política social, cultural y de conocimiento. De ahí la creación de los Museos Científicos, a la que se han añadido museos de iniciativa privada, como puede ser el MEGA o esas exposiciones que hace la Fundación Marta Ortega o el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología. Hoy hablamos de sostenibilidad, en 1985 esa palabra no estaba en el diccionario, hoy hablamos de humanización, que tampoco estaba en el diccionario, aunque aquellos gobiernos tomaron medidas pioneras como la peatonalización de la calle Barcelona o de la calle Riego de Agua.
Vázquez tenía mayoría absoluta. Usted lidia con la oposición.
Siempre utilizan la palabra lidiar y a mí no me gusta porque creo que no es lidiar. Es respetar y dialogar para conseguir acuerdos por la ciudad. Se lo hemos escuchado al presidente de la Xunta, que es de otro partido diferente al mío, y que lo ha dicho en la misma semana dos veces aquí en este palacio municipal. La primera cuando llegó el AVE, y habló precisamente de esa cooperación y agradeció el clima de diálogo institucional. Y cinco días después, cuando presentábamos ese protocolo de la fachada marítima.
¿Diría que mantiene una buena relación con Alfonso Rueda?
Tengo una muy buena relación porque el presidente de la Xunta, ha entendido que no se construye Galicia sin las ciudades y, en concreto, sin A Coruña. Es verdad que durante muchos años el Gobierno autonómico no se ha movido hacia los entornos urbanos, sino que ha estado centralizado en una visión centralista de la autonomía, donde todo pasaba por Santiago y se veía a los grandes polos de desarrollo urbano como enemigos.
Hemos seguido ampliando BiciCoruña, tenemos obras en todos los barrios y desmantelamos A Pasaxe
¿Hablan a menudo?
Con el presidente hablo de todo, hablo de muchas cosas, intercambiamos ideas, a veces me ofrece visiones interesantes sobre la ciudad, que yo le agradezco y que tengo en cuenta, y creo que eso es lo positivo. Y, sobre todo, creo que también nos respetamos mutuamente entre ambos y eso es como yo entiendo la política.
Sobre acuerdos con la oposición, el BNG critica el grado de cumplimiento de su acuerdo de investidura. Apenas se ha cumplido.
Nosotros firmamos un acuerdo de investidura con el BNG, no firmamos un acuerdo de adhesión inquebrantable. Es decir, somos dos partidos políticos diferentes, con posicionamientos políticos diferentes. Coincidimos en muchas cosas, pero hay otras en las que no coincidimos. Cada uno mantiene su posición política e ideológica, no podía ser de otra manera. Por eso es un acuerdo de investidura, no es un bipartito ni es un acuerdo de adhesión.
¿Pero lo cumple?
Hay objetivos que se marcaron a corto plazo, a medio y a largo. Hemos cumplido muchas de esas cuestiones que hemos firmado con ellos y hay cosas que están pendientes. Mi compromiso y mi empeño personal está en que salga todo adelante y, por lo tanto, entiendo que el BNG reclame el cumplimiento de sus acuerdos. También les quiero trasladar mi máximo respeto a su formación política y al acuerdo de investidura que firmamos. Y Francisco Jorquera sabe que tiene mi compromiso para que eso salga adelante. Y si hay que meter una marcha más e implementar más velocidad para cumplir este acuerdo, no le quepa duda que se hará.
¿Percibe malestar en los plenos?
Aquí creo que estamos intentando mantener ese nivel de cordialidad y de respeto institucional. Los histrionismos generan rechazo. Y luego, evidentemente, todos sabemos que hay momentos políticos donde los partidos marcan más su posicionamiento. Cuando uno está próximo a una convocatoria electoral, por ejemplo.
¿Esto afecta a la gestión?
De los asuntos llevados a pleno en este primer año del segundo mandato se han aprobado 65, 30 con unanimidad, 39 sin votos en contra. El total creo que son 219 asuntos que se han llevado a pleno desde el año 2019, y 217 han sido aprobados.
¿El protocolo portuario dará lugar en los muelles de San Diego a un nuevo barrio para la ciudad?
Sí, a un barrio enorme. Todo aquello es del tamaño de Arteixo. Es decir, desde prácticamente el muelle de Trasatlánticos hasta el final, la extensión son 800.000 metros cuadrados. Es una barbaridad de extensión. La primera premisa es garantizar la titularidad pública de los terrenos, que está así recogido en el protocolo. Y la otra cuestión que quiero remarcar es que esto, el desarrollo de los terrenos del puerto, hay que hacerlo con mucha ambición, en el buen sentido de la palabra. No se puede hacer de una manera acomplejada, pequeñita o cutre.
Quiero que la gente añada A Coruña a la listas de ciudades como Oslo, Rotterdam, Hamburgo y Bilbao
¿Cómo lo visualiza usted?
Yo misma me dedico a estudiar grandes transformaciones urbanas que ha habido en el resto de Europa y ver cómo Oslo, Rotterdam, Hamburgo o el propio Bilbao han conseguido transformar sus fachadas marítimas. Yo quiero que dentro de unos años, cuando se hable de grandes transformaciones urbanas, la gente diga Oslo, Rotterdam, Hamburgo, Bilbao y A Coruña y quiero ser y quiero construir entre todos esa gran referencia internacional.
¿Y prolongar el Paseo Marítimo desde As Xubias hacia Culleredo? ¿Lo tiene en mente?
No a lo mejor con un paseo marítimo como el que tenemos por la ensenada del Orzán, porque el impacto ambiental no lo permite, pero sí con otro tipo de modelo, desde plataforma de madera a otro tipo de intervención que se integre en el paisaje. Es una oportunidad y lo será también cuando se amplíe el Chuac y el Materno probablemente deje de estar allí. Bueno, será una decisión del Sergas, pero toda la parte hospitalaria también se puede recuperar por debajo.
La oposición critica a menudo que haya tantos servicios prestándose en precario. El reciclaje, la recogida de basura... Y pronto el transporte urbano.
Cuando nosotros llegamos ya le dije que tuvimos que reactivar mucho, había mucha concesión en precario. No quiere decir que no se presten, o se presten mal. Nosotros tenemos el pliego de Nostián prácticamente terminado y preparado para que salga inmediatamente la licitación, que va a ser una licitación larga pero en este mandato va a estar actualizado. Porque además hay que hacerlo bien, es un contrato a muchos años, el más costoso del Ayuntamiento y en el que además están implicados no solo el Ayuntamiento de A Coruña, sino, como sabe, el Consorcio As Mariñas.
¿Y el transporte urbano?
Exactamente igual pasa con el de la Compañía de Tranvías. Nosotros tenemos un servicio de transporte público urbano que es de los mejor valorados de España, pero ya no llega. Primero porque se va a terminar y segundo, porque hay que actualizarse. Cuando se hizo el pliego actual, evidentemente Xuxán no existía. En Novo Mesoiro se han mejorado las frecuencias, pero sigue siendo insuficiente. Y estamos preparando ese pliego y lo hacemos con la participación de todos los sectores. Prefiero tardar un poquito más, que no apurar demasiado y que no dé respuesta a lo que necesita la ciudad.
¿El quinto contenedor sería entonces su respuesta al reciclaje?
Del quinto contenedor y del tratamiento de residuos, yo creo que cuando esté el pliego daremos cumplida información de todas estas cuestiones y sobre todo se hará esa pedagogía de qué hay que hacer a nivel ciudadano. Vamos a ir paso a paso.