La alcaldesa, Inés Rey, quiso despejar ayer las incertidumbres sobre el futuro de Alvedro que han suscitado los rumores de que el aeropuerto podría perder su torre de control y que el tráfico aéreo coruñés se controlaría desde Peinador. “No va a ser así –declaró–. Nosotros demandamos que Alvedro se siga controlando desde la pista, con un contacto visual directo”. La regidora asegura que el Ayuntamiento no dispone de ninguna información oficial que confirme el traslado. AENA asegura que la decisión no se tomará hasta final de año, o a principios de 2023.

“Mantenemos la operatividad y la viabilidad de Alvedro”, insistió Rey, que recordó los esfuerzos hechos desde la Concejalía de Turismo para conseguir que se recupere el tráfico aéreo paralizado por la pandemia. “A partir de marzo tenemos destinos internacionales, como Londres, París y Gran Canaria, que entra dentro de los destinos internacionales”. En el ámbito nacional, Rey mencionó las conexiones de Málaga y Valencia, que se suman a la tradicional de Madrid. Según ella, la viabilidad está garantizada. “Estamos trabajando para que la recuperación turística sea uno de los motores de la recuperación económica en 2022 y creo que los resultados nos avalan más allá de posiciones siempre catastrofistas”. Sin embargo, la alcaldesa insistió en que se atenía “a la información que tengo”.

La regidora se abstuvo de mencionar otras noticias recientes que no son tan halagüeñas para el futuro del aeródromo coruñés, como el anuncio de este martes de la compañía aérea Vueling de que cerraría su base en A Coruña, aunque seguiría operando en Alvedro. La aerolínea también cerrará sus bases en Madrid y Asturias, así que no se limita solo a esta ciudad. En cuanto a los 30 trabajadores afectados, serán reubicados pero, desde luego, supone una mala noticia para Alvedro, a la que se suman los rumores que suscitan la adecuación del antiguo aparcamiento de Peinador en una torre de control remoto y sin acceso visual.

Proyecto pionero

Fuentes de AENA señalan que se trata de un proyecto pionero en España, aunque no en Europa u otras partes del mundo, donde ya existe este tipo de control remoto. Además de Peinador en Vigo, también está en marcha una experiencia piloto en Menorca.

Sin embargo, el proyecto de la isla afecta solo a su aeropuerto, mientras que el de Vigo es de multidependencia. Es decir, que desde Peinador se podrán controlar otros dos aeródromos a determinar. Podría tratarse del de Alvedro y el de Rosalía de Castro, en Santiago, o cualquier otro. El pliego técnico de proyecto menciona que Peinador asumirá el control de un aeródromo de 25.000 operaciones al año, y otro de 60.000. En 2019, el aeropuerto herculino registró 17.199 vuelos, de los cuales 10.572 fueron vuelos comerciales, según cifras de AENA.

La barrera de los dos millones

De momento, AENA insiste en que no se ha tomado ninguna decisión al respecto, así que habrá que esperar hasta dentro de una año para saber que ocurrirá. En principio, el lugar desde donde se gestiona el tráfico no tiene por qué afectar el desarrollo de Alvedro, que tiene planes de expansión en su plan director si consigue superar la barrera de los dos millones de pasajeros en un año. Lo más cerca que estuvo fue 2019, un año de récord, con 1,35 millones, pero 2020 le ha pasado factura, como a tantos otros aeropuertos pequeños que después del confinamiento han tenido que competir por la reapertura de las líneas en un momento de incertidumbre por las olas de covid.

Es cierto que hay signos de recuperación: Alvedro registró, en el mes de diciembre, un tráfico de casi 61.000 pasajeros, lo que supone un 130% más que en el mismo mes de 2020. Así lo reflejan las últimas estadísticas publicadas por AENA, que también muestran el balance total del pasado ejercicio en el aeropuerto coruñés. Las 60.991 personas que pisaron la terminal de la ciudad, sin embargo, están lejos de las cifras de antes de la pandemia.