Esta tarde en la UNED (18.30 horas) dará comienzo la edición número 20 del ciclo ‘Encontros con escritores’ que coordina Javier Pintor desde el Centro de Formación de Profesores. Para celebrar los 20 años, romperá con su tradición de intentar “traer a alguien que no haya venido” y apostará por repetir con aquellos autores que han dejado huella en el ciclo. La jornada inaugural correrá a cargo de Gioconda Belli.
“Este año me planteé recuperar a alguno de esos escritores que hayan sido significativos para el ciclo, que han dejado una huella imborrable”, apunta Pintor. “Cuando vino Gioconda Belli, hace muchos años, todo el profesorado me comentó que había sido emocionante”. Lo mismo le dijeron cuando trajo a Leonardo Padura, cuando le dieron el premio Princesa de Asturias, motivo por el que volverá a traerlo en esta edición. Algo similar ocurre con Manuel Rivas, que participó el primer año y que repitió cuando vino José Luis Cuerda.
Pintor asegura que ya tiene cerrado el calendario hasta febrero y que se encuentra en conversaciones para intentar traer a algún autor de la talla de Leila Guerriero, Mariana Enríquez, Maruja Torres, Juan José Millás o Juan Luis Arsuaga. “Pero son proyectos que no sé si saldrán, porque muchos proyectos no salen”, apunta.
Recuerda también cómo se gestó el ciclo. Xavier Seoane, quien lo acompaña en los ‘Encontros con escritores’, “coordinaba, hace 25 años, más o menos, un ciclo en el Museo de Arte Contemporáneo que se llamaba ‘A arte da conversa’, un ciclo maravilloso al que yo asistía”, rememora, mientras recuerda algunos de los autores que pasaron por él, como Vázquez Montalbán, Millás o Rosa Montero, “eran unos grandes eventos”. El ciclo llegó a su fin y, unos años después, le planteó al propio Seoane y a Antón Cortizas la creación de un nuevo evento para profesores, “donde ellos pudieran conversar con los escritores, escucharlos, ampliar sus horizontes de lectura para las aulas”. Iba a ser algo para una treintena de docentes, “casi un café con un autor”, pero el éxito fue tal que tuvieron que ampliarlo con más gente. “Hasta ahora”, apunta con una sonrisa.
Cuando se le pregunta por esos autores que soñaba traer y que logró, hay dos con los que no duda: Almudena Grandes y Eduardo Mendoza. “Almudena llevaba muchos años sin hacer promoción en Galicia. Después de mucho tiempo, lo conseguí. Inauguró uno de los encuentros con una asistencia de la más grande que hemos tenido”, afirma sonriendo, al tiempo que recuerda que iba a volver en 2020, con ‘La madre de Frankenstein’, pero la pandemia truncó los planes. El caso de Mendoza era personal, porque sus primeras novelas fueron las que impulsaron a Pintor a la literatura. A la lista añade a otros como Padura o Luis Sepúlveda.
Hay tres o cuatro ciclos, una red de bibliotecas que hay en pocos lugares de España, hay librerías que son de las mejores de España... ese ecosistema hace que haya muchos lectores
Entre los que nunca pudieron ser, recuerda a Javier Marías, “lo intenté muchas veces”, o al poeta Ángel González. En su lista también hay autores internacionales: “Intenté traer a autores como Paul Auster o Jonathan Franzen, pero es muy complicado”, no solo por traerlos, sino por la logística de un encuentro de un par de horas con traductor. “También lo intenté con Antonio Tabucchi y con Baricco”, rememora, mientras sonríe y concluye: “Alguno caerá, yo creo”.
Pintor tiene claro que estos ciclos funcionan por el ecosistema que existe en la ciudad, que es “muy potente”. “Hay tres o cuatro ciclos, como el de Yolanda Castaño (‘Poetas Di(n)versos’), el del Ateneo Republicano... luego hay una red de bibliotecas que hay en pocos lugares de España, con clubs de lectura; hay librerías que son de las mejores de Galicia y de España... todo ese ecosistema hace que haya mucha gente lectora en la ciudad”, explica.
Esto convierte a A Coruña en una de esas “dos o tres ciudades que los autores visitan, después de Madrid y Barcelona”. “Estamos en esas ciudades que si los autores van a ir a una, van a ir a la nuestra”. “Nos ha pasado muchas veces que autores nos han comentado que a veces en Madrid y Barcelona no tienen el público y entusiasmo de aquí”, dice.