José Antonio Brandariz | “El cumplimiento de la norma, por delante. Si no, estamos perdidos”

Estuvo de patrullero en la época dura de la droga: "Había noches que hacíamos quince o veinte detenidos"
José Antonio Brandariz | “El cumplimiento de la norma, por delante. Si no, estamos perdidos”
Brandariz, el día de su fiesta de jubilación / Carlota Blanco

José Antonio Brandariz Castelo (Almeiras, 1960) ha abandonado el Cuerpo municipal tras cerca de 40 años de servicio. Los últimos trece los pasó al frente de la Policía Local de A Coruña. Curiosamente, su nombramiento nunca pasó de ser accidental. Es decir, que técnicamente ocupó el puesto de manera provisional a la espera de ser confirmado o que otra persona le sustituyera. Eso nunca ocurrió, y este miércoles más de cien personas se reunieron en el hotel Attica 21, incluida la alcaldesa, Inés Rey, para despedirse de él. Rodeado de amigos y familiares, Brandariz pasó una jornada feliz que pone el broche de oro a un larga y exitosa carrera profesional.

 

¿Cómo se siente? 
Me siento feliz y contento. Es algo natural: llegó el día de mi jubilación, pero me siento muy arropado, muy bien acompañado.

 

¿No echará de menos el trabajo? 
No, ya tengo otras cosas en la cabeza. Posiblemente empiece a trabajar en formación para Policía. Algo haré.

 

¿Entonces no se retira del todo? 
Bueno, tendré que disfrutar de la jubilación pero me mantendré al día. Sobre todo, para despejar la cabeza. 
 

Estos trece años siempre ha sido ‘jefe accidental’. Nunca se le confirmó el cargo.  
Sí, ha sido un accidente muy largo. Pero teniendo en cuenta el trato que he recibido y todo lo que me han dado, es una minucia.

 

Tantos años dan para mucho, ¿qué destacaría de su gestión? 
Entre las cosas importantes que hicimos se incluyen dos reglamentos internos. Fueron novedosos, hechos ex profeso, no fueron copiados. Nos llevó años hacerlos y negociarlos, pero fueron consensuados con los sindicatos y han permitido un cambio en el funcionamiento interno.

 

¿Y el trabajo policial? 
En la calle, operativamente, a nuestra gente no se la cuestiona. Está muy bien formada y preparada y disciplinada, nadie cuestiona a los mandos. Y todo lo hemos hecho sin tener que imponer ningún expediente disciplinario. Eso también me lo llevo como algo importante.

 

¿A qué lo achaca? 
Hay muy buen ambiente. Yo he tenido mucha suerte, siempre he estado rodeado de muy buena gente. He coincidido en el tiempo con gente maravillosa. Yo he aportado mi granito, pero he sido uno más.

 

La gente que trabaja con usted asegura que es muy afable.  
Si ellos lo dicen, me parece maravilloso. Digo yo que será porque es cierto. Siempre he intentado ser yo mismo, y ser respetuoso con todo el mundo. Todo lo que he hecho ha sido siempre en equipo, no he sido yo solo.
 

Antes de ser jefe, estuvo destinado en Ribeira. Y antes de eso, patrulló durante muchos años la noche en A Coruña. ¿Cómo fue aquello? 
Estuve ocho años patrullando de noche, como voluntario. Era la época dura, la seguridad ciudadana no tenía nada que ver con la de ahora: finales de los ochenta, principios de los noventa. Había noches en la que hacíamos quince o veinte detenidos. Era la época fuerte de la droga, robaban vehículos para pegar tirones de bolsos o estrellarse contra las tiendas.

 

¿Llegó a disparar su arma? 
No. Desenfundé dos veces, por precaución, pero jamás disparé. Ningún policía quiere hacerlo.

 

En esa época se sacó el título de abogado.   
Yo dormía por la mañana, estudiaba por la tarde y trabajaba de noche. Después de salir abruptamente del turno de noche,  llegué a repartir tarjetas, pero me salió una plaza muy buena en Ribeira. Si no, lo habría dejado.

 

¿Le gustó ser policía? 
La de policía es una de las profesiones más nobles que existen, porque ayudas a la gente, incluso cuando le denuncias.    

 

¿Qué es lo que hay que tener para ser un agente de la ley? 
Creo que hay que tener sentido común, de legalidad. El cumplimiento de las normas tiene que ir por delante. Si no, estamos perdidos. 

¿Incluso las normativas de aparcamiento? 
Incluso, incluso. 

José Antonio Brandariz | “El cumplimiento de la norma, por delante. Si no, estamos perdidos”

Te puede interesar