Al escenario de María Pita se subirá este domingo el humor y el buen rollo de El Kanka. Con su último disco bajo el brazo, ‘Cosas de vivientes’, espera repasar sus temas nuevos, pero también los anteriores, “está todo mezcladito, para que la gente se meta en la película”, porque una de las cosas que le gustan al artista es que “si viene alguien y no me conoce de nada, puede entrar en nuestra dinámica, el concierto está pensado para que la gente se lo pase de puta madre, que es de lo que se trata”.

El cambio va a ser notable, porque su última visita fue a El Pelícano. “Nos está pasando en todos los sitios, el proyecto va creciendo, sin mucha prisa, sin pelotazos”, apunta y añade que, poco a poco “nos pasan cosas como estas”. “Fui la última vez a Pelícano, pero he tocado en una biblioteca, en un bareto...”, recuerda entre risas. “Poco a poco la gente va metiéndose en el rollo, es una alegría participar en las fiestas y que vaya a haber tanta gente, tantos galegos, algo que viniendo desde el sur es como una pequeña conquista”, dice con una sonrisa.

Sobre el nuevo trabajo discográfico, El Kanka asegura que no lo creó pensando en él “como una obra de arte conjunta”, sino que “yo voy componiendo canciones”. Para esta ocasión, tuvo que elegir entre casi seis años de composiciones desde su anterior álbum: “ha sido el disco para el que he hecho más criba”, apunta el artista. También tiene otro punto especial y es que, “en vez de hacerlo en el estudio de grabación, lo hemos hecho en el local de ensayo, un poco a la antigua, más pensando en el directo”, algo que también se traduce en una suerte de mayor “autenticidad” en el sonido resultante.

Temores y buen humor

Llevaba seis años sin disco y tuvo año alejado de la música. Podría ser un elemento más de temor a la hora de regresar, “siempre hay un poco de eso, no solo por el parón, eso sería un añadido”. “Hoy en día, que parece que todo el rato hay que estar consumiendo cosas y lanzando cosas, desaparecer un año era un riesgo, pero es un temor que está siempre, cada vez que saco material, es una incertidumbre absoluta, sobre todo yo, que soy un artista alternativo”.

Pese al tiempo y a todo lo que nos rodea, mantiene su buen humor. ¿La clave? “La respuesta más sincera es que es mi carácter”, dice entre risas. “No quiere decir que no vea las mierdas, y me afectan, pero soy consciente de lo corta que es la vida e intento que el ratito que estoy aquí, unos añitos, ser lo más feliz que puedo”. 

Y así afronta sus propósitos con la esperanza de seguir la gira “que venga gente, se lo pase guay... no encontrarme cantando para nadie”, dice sin aguantar la risa, y que la respuesta le permita sacar un nuevo disco.