El Leyma Básquet Coruña visita este miércoles por primera vez el Buesa Arena, un recinto que, sin embargo, no le ha de resultar del todo ajeno, pues esta instalación, ya un clásico de la ACB, está emparentada con la que, desde este verano, es su casa, el Coliseum.
Para entender el parentesco entre uno y otro edificio hay que remontarse a los años 90 del pasado siglo y explicar primero lo que supuso en su día en el ámbito nacional la inauguración del recinto de Lavedra. Haremos este viaje por el tiempo de la mano del exconcejal Eduardo Blanco, que fue el primer responsable político de la multifuncional instalación.
Como ya se ha contado en las páginas de El Ideal Gallego, el origen del Coliseum está en una visita que Paco Vázquez realizó a la ciudad norteamericana de Houston a finales de los años 80. El alcalde de la urbe tejana le invitó a visitar el Astrodome, un estadio cubierto, útil para muy distintos espectáculos y con un aforo de casi 60.000 espectadores. La bombilla se le encendió al regidor coruñés cuando su homólogo le explicó que en ese recinto había toreado Paco Camino. Es justo lo que buscaba Vázquez, una instalación multiusos, y ese fue el punto de partida. Eduardo Blanco recuerda esa chispa inicial: “Yo mismo fui después que el alcalde Vázquez a Houston, a estudiar el Astrodome, que entonces era la instalación cubierta con más asientos del mundo. De paso, visité el Miami Arena. Tanto en uno como en otro sitio me atendieron sus responsables, al igual que en lo que después fue el polideportivo París-Bercy. Buscamos los mejores referentes. Le dimos muchas vueltas a lo que queríamos hacer”.
El Coliseum abrió sus puertas en 1991 y su impacto fue inmediato. “Entonces los recintos de referencia en España eran el Príncipe Felipe de Zaragoza y el Palau Sant Jordi de Barcelona, abiertos poco antes, pero nosotros los adelantamos de forma inmediata”, se extiende Blanco. “La clave fue que hicimos del Coliseum un recinto de una gran funcionalidad. Y eso nació todo de un trabajo previo, en la etapa de planificación consultamos con expertos de todos los campos. Como queríamos una plaza de toros, hablamos con los taurinos. Como queríamos una pista de baloncesto, hablamos con la ACB. Como queríamos hacer conciertos, hablamos con los promotores. Como queríamos hacer grandes retransmisiones televisivas, hablamos con gente del audiovisual. Y así con todo”.
Convertido en un referente, empezaron a llegar expediciones, pero de técnicos y políticos de otras ciudades. “En los dos años que estuve al frente vino gente de municipios potentes: de Granada, de Cataluña y de otros muchos que ya no recuerdo. Era gente de instituciones públicas que iban a construir, o estaban pensando construir, una instalación de este tipo”. “Todos admiraban la versatilidad del Coliseum, un sitio en el que se podía desde jugar un partido de baloncesto a organizar una corrida de toros, pasando por un bautizo masivo de Testigos de Jehová”, explica el exedil.
Es en este contexto en el que aparece la conexión entre el Coliseum y el Buesa Arena:
“Tuve una reunión con el concejal de Deportes de allí, en la propia Vitoria, y creo que fue allí donde se gestó la visita de técnicos”. La prensa local vasca se hizo eco del asunto: “El Coliseum, emblemático en La Coruña. ¿Emblemático en Vitoria?”, tituló ‘El Periódico de Álava’ el 26 de enero de 1997, que desplazó a un periodista la ciudad para conocer la instalación de Lavedra.
Poco después fue el viaje político, el 4 de marzo de 1997. Para entonces, Eduardo Blanco ya no era el responsable del Coliseum, pero estuvo igualmente presente en la visita de una numerosa delegación de técnicos de la ciudad vitoriana, acompañando al edil de Cultura coruñés, José Luis Méndez Romeu. “La idea de ellos era conocer todas las características y funcionalidades del Coliseum, que no solo era un recinto más polivalente que el Sant Jordi sino que su construcción había sido mucho más barata. Tenían previsto hacer algo similar. Por entonces, la capacidad del Coliseo para espectáculos deportivos, como el baloncesto, era de 11.196 espectadores”, recuerda Blanco.
En Vitoria tenían previsto hacer algo similar y lo hicieron, para disfrute del entonces pujante Tau Vitoria (hoy Saski-Baskonia). El edificio inicial, concebido para acoger ferias de ganado, se remodeló a comienzos de los años 90 tomando como referencia el Coliseum y aumentó su capacidad para 5.200 espectadores con el objetivo de acoger partidos de la ACB. Después disfrutó de otras dos grandes ampliaciones, una que aumentó el aforo hasta los 9.500 y la última, que lo elevó hasta los actuales 15.504. Así se anuncia hoy en su web, con unas frases que se pueden aplicar también a la instalación coruñesa: “El Buesa Arena es un espacio único para la celebración de grandes eventos tal y como lo demuestran los shows de primerísimo nivel que hemos acogido: ‘Varekai’ y ‘Corteo’ del Cirque du Soleil, Harlem Globetrotters, musicales como ‘Dirty Dancing’ o ‘Raphsody’ of Queen, y grandes conciertos como Jamiroquai, Ara Malikian, Alejandro Sanz o Raphael”.
Hoy rendirá visita a este recinto el Leyma, que para su estreno en la ACB hubo de trasladarse al ‘padre’ del Buesa Arena.