Aclaremos, ya desde el minuto uno, que el del catalán Javi Rey no es un cómic sobre fútbol. Ni tampoco sobre fútbol sala. O, al menos, no solo sobre eso. Es, antes que nada, una novela gráfica sobre la infancia y la adolescencia de un chaval que no es el que da título a la obra, sino Carlitos o, en confianza, Litos, “todo un viaje en el tiempo cargado de nostalgia que nos habla del duelo y del paso de la infancia a la edad adulta”, señala la nota de prensa de la editorial. Se trata, añade el comunicado, de “un emotivo drama costumbrista ambientado en el Baix Llobregat catalán”, en un pueblo inventado situado a solo quince minutos en tren de la capital barcelonesa pero, pese a ello, “inalcanzable” para un chaval que crece a finales de los años 80 y comienzos de los 90.
El protagonista de ‘Le llamábamos Bebeto’, Carlitos, tiene un grupo de amigos a los que se acabará sumando, como un elemento extraño, un joven mayor que ellos que se pasa los días viendo jugar a los chavales al futbito en las pistas del barrio. Como desconocen su nombre, deciden apodarlo con el nombre de cierto astro brasileño: “Le llamábamos Bebeto porque todo el mundo le llamaba Bebeto y no nos importaba cuál era su verdadero nombre. No sabíamos gran cosa de él. Solo que era mayor que nosotros y que siempre estaba sentado en las gradas mirándonos jugar. Siempre estaba en las pistas. Siempre. Como las porterías o las rayas gastadas del terreno de juego. Como las flores que volvían a crecer cada primavera entre las grietas del cemento…”, se detalla en la nota de prensa.
En la trama, el ciclismo, en concreto aquellas ediciones del Tour en las que Perico Delgado y Miguel Indurain nos levantaban de la siesta, se entrelazan con las andanzas futbolísticas y personales del protagonista y del propio Bebeto.
Los más deportivistas apreciarán un desajuste cronológico en las primeras páginas. En un momento en que la acción se sitúa en 1990 (no se especifica el año, pero se sabe porque se está hablando del Tour siguiente al de la tardía llegada de Perico a la crono inicial, que fue el de 1989), el coprotagonista es referido como “Bebeto”, cuando lo cierto es que el delantero no llegó al Dépor hasta el verano de 1992 y antes de ello no era muy conocido en España. Pero no hay duda alguna de que se trata del exjugador blanquiazul, pues así se indica en un bocadillo posterior: “Todos le llamábamos Bebeto. Como a una de las estrellas de la época dorada del Deportivo de la Coruña, cuando era el equipo de moda y se llamaba súper-Depor. Un delantero brasileño diminuto de una calidad enorme, muy habilidoso. Un jugador escurridizo que calzaba un treintaiséis, pero que era capaz de dejar sentado al mejor de los defensas de aquellos años”. La trama avanza y, a lo largo de ella, se comunica la marcha del astro brasileño desde A Coruña hasta Brasil para jugar en el Flamengo, lo que ocurrió a la conclusión de la temporada 1995-1996.
“Un delantero brasileño diminuto de una calidad enorme, muy habilidoso”, se lee en uno de los bocadillos
La aparición del mítico goleador en esta historia acredita, una vez más, el impacto que tuvo en su día el Súper Dépor, cuando se convirtió en el segundo equipo de gran parte de todos los aficionados.
Javi Rey, nacido en 1982 en la emigración en Bruselas pero que a los dos años se mudó con sus padres a Barcelona, se estrenó en el cómic con ‘Secrets. ¡Adelante!’ (Editions Dupuis, 2013-2014), la historia de un bandolero en la época de la Guerra de la Independencia. Consta de dos partes y contó con Frank Giroud como guionista. El deporte ya aparece en su segunda obra, ‘Un maillot pour Argelia’ (Editions Dupuis, 2016), también con guion ajeno (Kris y Bertrand Gallic) y que narra la creación del primer equipo nacional de fútbol argelino. Después, en 2016, presentó la adaptación al cómic de la novela ‘Intemperie’ del escritor Jesús Carrasco, con la que ganó el premio a mejor autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona 2017 y obtuvo una nominación a los premios Eisner. Posteriormente publicó ‘Un enemigo del pueblo’ (2023), novela gráfica basada en la obra de Ibsen. Entre las principales influencias en el mundo del cómic, Rey señala los trabajos del coruñés Miguelanxo Prado, Hergé o André Juillard. Ahora, según la nota de prensa de Norma Editorial, “nos presenta su obra más personal”, ‘Le llamábamos Bebeto’, un cómic muy recomendable tanto para los amantes del fútbol como para los que no lo son.