La lluvia evitó este Lunes Santo que la procesión del Amor, el Perdón y la Misericordia hiciese su habitual recorrido por la Ciudad Vieja. No obstante, el mal tiempo no impidió su celebración, sino que simplemente se llevó a cabo en el interior de la iglesia de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, situada en la plaza de Carlos I. Los porteadores transportaron al Cristo de los Cuarenta Credos, imagen del siglo XVII creada por el artista Antón Ferreiro, en una ceremonia improvisada ante los devotos asistentes.

La procesión tenía previsto, como acostumbra, seguir el camino de años anteriores. Desde San Francisco iba a continuar hacia las calles de Santo Domingo, Santa María, Damas y Azcárraga hasta llegar a la plaza de la Constitución. El tramo hubiese continuado hacia la calle Príncipe para regresar a Santo Domingo con dirección al templo, su parada final.

El acto, organizado por la Franciscana y Seráfica Cofradía de Nuestra Señora de La Soledad y el Santo Entierro, es el primero de una semana llena de procesiones en la ciudad. Mañana se realizará la Piedad; el miércoles la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Amargur, y el viernes se celebrará la procesión del Santo Entierro, entre otras.