Quince años al frente de una asociación vecinal resultan un mundo si se contabiliza el alto índice de reivindicaciones que acostumbra a tener cada agrupación. Sin embargo, convertirse en una confederación que intente unirlas a las más de 30 asociadas y luchar por el bien común de los barrios es el ingente trabajo que sigue asumiendo María Luisa Varela Ínsua. La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña y Área Metropolitana reivindica su papel en pleno año electoral, con el regreso a su local social como telón de fondo.
¿Cómo llega de fuerzas a su quince aniversario?
Se lleva bien. No todo son cosas bonitas, son muchos esfuerzos en cosas en las que tú trabajas, reivindicas, consigues y luego no se te nombra. Hemos hecho cosas importantes para la ciudad, de forma totalmente altruista. Somos los primeros voluntarios de la sociedad coruñesa, porque sí existía la Cruz Roja, pero aquí el movimiento vecinal ha vivido siempre de voluntarios. Es silencioso y no muy reconocido.
¿Qué retos afrontan en 2023?
El primero es que dentro de siete meses podamos volver a nuestra sede de la avenida de Glasgow, renovada y en buenas condiciones. Es importante tener a los trabajadores en buenas condiciones. Otros retos importantes son poner en camino la Cuarta Ronda, el contacto permanente con los polígonos o la intermodal y la renovación de Alfonso de Molina. Dentro de la ciudad queremos más humanizaciones sin peligros de ninguna clase. A nivel personal, un reto es que se legisle bien la movilidad de vehículos de movilidad personal, como los patinetes eléctricos y las biciletas. Hay mucha gente que no los utiliza como debería: por el carril bici y sin invadir la carretera.
Cuando vuelvan, ya no estará el histórico bar del San Cristóbal...
En su momento interferimos y hubo unos malentendidos. No tenemos nada que ver en ese asunto.
En todo este tiempo ha habido asociaciones que aparecían y desaparecían...
Eso siempre lo hubo. Quiere decir que los que dirigen las asociaciones empiezan a tener años, envejecen y relevos no hay. Lo que no me gustaría es volver al 2010, 2011 y 2012, cuando levantabas un azulejo y aparecían dos o tres asociaciones. Le pediría a los partidos políticos que dejen trabajar a las asociaciones y que estén tranquilitos.
¿Meten ciñaza los partidos en las asociaciones?
Lo hicieron y esas asociaciones ahora mismo no funcionan. El problema es que muchos representantes politicos vienen de asociaciones vecinales. Hay que tener ética. Un miembro de una directiva vecinal es legal y lícito que quiera presentarse, pero tienes que dimitir y dejar paso a otras personas, porque sino no es ético. Tenemos que ser apolíticos.
¿Cómo se gobierna a tantos barrios con intereses distintos?
Van tirando unas asociaciones de otras. El trabajo del Gobierno municipal es atender a todas las asociaciones, aunque es un error tachar a una asociación de un color político, porque todos son de su padre y de su madre. Entre nosotros, todo es por votación y lo más votado hay que acatarlo. Lo que la mayoría diga es lo que hay que defender.
La denuncia a través de las redes sociales está a la orden del día...
Son un peligro, porque te escudas en un anónimo, culpas y atacas a personas desde el anonimato. Si tengo algo que decir sobre alguien prefiero decirlo a la cara.
¿Cuál es el barrio con más necesidades?
Todos tienen necesidades especiales. Hay algunos que no están constituidos de todo, que no son barrios completos. Hacemos hincapié en mirar por todos, no solamente por el centro. Todos los barrios deben tener todos los servicios. Vivas en Os Mallos o en Los Cantones. Hay que darle una vuelta de tuerca al transporte, porque las reivindicaciones de barrios como Novo Mesoiro van a ir despacio, al menos yo creo que hasta 2024. Por desgracia, podemos tener un transporte público a la carta.
Han vivido ayuntamientos de todo los colores y ahora les toca año electoral...
Todos los años electorales pasa lo mismo, aunque en los últimos años sí que el Gobierno municipal se ha preocupado de no dejarlo todo para el último momento. Ahora se completan las agendas de las asociaciones, y por eso yo les digo que no prometan lo que no pueden cumplir
El concepto de asociación vecinal está relacionado con el orgullo de barrio, ¿qué significa exactamente ser de barrio?
Me gustaría que volviésemos a lo que eran los barrios de cuando yo era niña. Lo dije delante de la alcaldesa y el concejal de Urbanismo. Tengo 63 años, pero me acuerdo de cuando tenía 9 y mi madre salía a la ventana para llamarme a merendar. Me gustaría que volviésemos a eso. No es necesario decir que hay que ir al centro, sino que toda la oferta cultural y deportiva se nos acerque. Se está consiguiendo poco a poco, pero queda mucho camino por delante y ese es nuestro trabajo como asociación.