Os Mallos denuncia un punto de tráfico de drogas en una panadería okupada

Os Mallos denuncia un punto de tráfico de drogas en una panadería okupada
Un sujeto entra en la panadería okupada de Mariana Pineda, donde los vecinos denuncian un continuo trasiego de individuos | Javier Alborés

La okupación vuelve actuar en Os Mallos, un barrio que hace unos años se había convertido en el epicentro de este fenómeno. En este caso no ha sido un inmueble vacío lo que se ha okupado, sino un negocio que llevaba cerrado desde hacía bastante tiempo: una panadería que se encuentra en la calle de Mariana Pineda. Los vecinos señalan movimiento desde hace semanas: individuos saliendo y entrando constantemente, y trapicheo con drogas. Fuentes de la Policía Nacional consultadas confirman esta impresión. 
 

La Policía Nacional señala que conoce a los individuos que se han instalado en la antigua panadería, a los que describe como “toxicómanos y pequeños delincuentes”. E insiste en que todos son “conocidos”. Sin embargo, matiza que no se considera que la antigua panadería, situada en el número once, sea un punto negro de tráfico de drogas. Eso no quiere decir que no haya trapicheo, puesto que los okupas son consumidores y estos suelen traficar con drogas para poder financiar su hábito. Por el momento, la principal función de la panadería parece ser la de refugio donde pueden dormir individuos en riesgo de exclusión.


Precedentes 

Eso no ha impedido que los vecinos hayan denunciado la situación ante la Policía Nacional. Os Mallos ha tenido numerosas experiencias con la okupación, incluso en esa misma zona del barrio, e incluso también, en locales, y no solo en viviendas. A un par de manzanas se encuentra la calle de Diego Delicado. Allí, en junio de 2021, una antigua sede de una empresa de servicios sociales fue allanada y okupada por unos individuos, también toxicómanos, que causaron molestias en el barrio, tratando de allanar otros negocios cerrados y, según denunciaron los vecinos en repetidas ocasiones, traficando con objetos robados. El dueño de un local se llegó a enfrentar con ellos con una barra de hierro, en el momento álgido del problema de okupación en el barrio, que desembocó en dos manifestaciones diferentes. 
 

Como a menudo se dan peleas  en estos entornos, esto incrementa la sensación de inseguridad. A principios de febrero de ese mismo año, las imágenes de un video en el que unos jóvenes destrozaban la vidriera de un local en Francisco Catoira (otra calle muy cercana) recorrieron las redes sociales Ese establecimiento vacío llevaba protagonizando intervenciones de la Policía Local desde días antes, por continuas ocupaciones ilegales. 
 

Finalmente, el Cuerpo Municipal requirió de urgencia a la Concejalía de Urbanismo un permiso de obra para sellar el local con persianas metálicas. Este, sin embargo, es un caso único, y lo habitual es que la situación se cronifique. Esto es probablemente lo que ocurra con la panadería de Mariana Pineda, porque fuentes de la Policía Nacional señalan que el propietario no ha interpuesto ninguna denuncia, sin la que no es posible el desalojo, así que todo parece indicar que el local seguirá okupado. 

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