El periodo estival siempre trae nuevos comienzos. En el caso de los vecinos de Os Mallos, este verano también les ha regalado nuevos sabores. Tropical Mango y MicheMango, dos locales que han abierto sus puertas recientemente en la calle Ángel Senra, proponen una oferta gastronómica inédita hasta ahora en el barrio, y más que adecuada para combatir el calor del astro rey: la fruta preparada, con predominancia del mango, y bebidas como batidos, granizados y micheladas.
El dueño de Tropical Mango es el joven William Steven, de 31 años. Colombiano de nacimiento, se mudó a A Coruña hace ocho años. Hasta 2024 ha estado trabajando en la construcción, pero se decidió en abril a arriesgar y emprender porque vio que “no había este producto aquí”. Y abrió el local, que se ubica en el número 39 de la peatonal de Os Mallos. “Nuestro producto principal es el mango biche, un mango verde al que se le echa limón, sal, pimienta… Le puedes poner varias cosas, adobarlo a tu gusto. Es muy común en mi país”, explica.
En este establecimiento también se sirven ensaladas de fruta, batidos (de mango, claro, pero también de otros frutos como fresa o mora), empanadas, frappés o granizados. El público, por lo que dice, está encantado: “Nos han acogido muy bien, la gente en persona siempre nos dice que la comida está muy rica, y me sorprendió que nos dejan muchas buenas reseñas en internet también”. A su vez, destaca que al local, quizá por su proximidad con las estaciones de bus y de tren de la ciudad, acuden personas de municipios como Ferrol o Santiago, que paran a tomar un refrigerio antes de emprender el camino de vuelta. La visita más sonada que han tenido hasta el momento, comenta entre risas, fue la de Wismichu, el famoso youtuber e influencer coruñés, con el que se fotografiaron los miembros del personal hace una semana.
Una de sus camareras, Angie, explica también que han notado desde que comenzó el verano una elevada afluencia de turistas. “No sé si es por las reseñas o por qué, pero notamos que hay clientes asiáticos e ingleses, a veces alemanes…”, dice. “Restaurantes colombianos hay muchos, pero nosotros casi que justo vendemos lo que ellos no tienen”, resume, en alusión a un tipo de comida, el que ellos ofrecen, más centrado en postres y bebidas.
Acento mexicano
A apenas 50 metros de distancia, en el número 24 de Ángel Senra, se encuentra MicheMango. El propio nombre, como indica su dueña, Nicole Maldonado, ya resume la propuesta, con una preponderancia de la gastronomía mexicana. Así, además de la fruta preparada, ofrece micheladas (una bebida alcohólica que combina lima, sal y cerveza rubia), patatas o conchas de crema; y cuenta con un sinfín más de productos latinos, en las estanterías que hay dentro del local, para que los clientes los puedan degustar en sus hogares.
Maldonado asegura que parte de la inspiración para el local, que abrió en julio, tiene su origen en sus viajes por México, de ahí el nombre de MicheMango, pero también de algunos de los productos: “El Diablo”, “El Chupacabras”... Por eso también vende productos como salsas. “Yo lo hago aquí, pero también te ayudo a que tú puedas prepararlo en casa”, explica.
En el caso de su tienda, destaca el uso de las redes sociales. “A mí las redes sociales me han ayudado mucho. He notado mucho apoyo, muchos seguidores. La gente siempre está pendiente de las redes sociales, y yo me muevo mucho por allí”, comenta Maldonado. En la cuenta de Instagram de MicheMango hay divertidos vídeos de un influencer local, oveyanegra_, preguntando a los clientes si saben qué ingredientes llevan los productos y qué opinan de ellos. Además, también realiza juegos escondiendo por diversas partes del barrio tarjetas regalo para usar en la tienda, o promociona lo que denomina como las ‘Happy Hours’, unos descuentos que hace de martes a jueves en los granizados durante las primeras horas de la tarde.
Sobre sus productos, y en especial las micheladas, especifica que “hay dos tipos de consumidores”. “Está el consumidor que sí, que ya las conoce, ya sea porque son mexicanos o porque conocen el producto, y después la gente que las conoce por primera vez. Y en ese apartado están teniendo muy buena acogida, como con los granizados de sabores, que son exóticos, porque el mango o la maracuyá no los encuentras en muchos lados”, explica. Así, asegura que está muy contenta con la acogida y el recibimiento que ha recogido en Os Mallos; un barrio, con la presencia de ambos locales, que sabe más a verano -y a mango- que nunca.