La Asociación Zona Comercial Obelisco afronta una nueva etapa con una directiva renovada. Al frente, Carolina Carrillo, propietaria de Luna Lunera. Tiene “ganas e ilusión” por poner en marcha su proyecto para “revitalizar” la zona, pero para ello es necesario cumplir con los retos que se han marcado, algunos de ellos, ya conocidos desde hace años. “Es necesaria una unión más fuerte de los comercios. Unir a más negocios y hacerlos más grandes”, comenta. La presencia en redes sociales, dice, es vital a día de hoy, sobre todo si lo que se trata es hacerse un hueco en un mundo de gigantes y grandes almacenes.
La calle Real, que empieza a despertar después de años en los que el número de locales vacíos era cada vez mayor, sigue contando con el mismo problema desde hace décadas: los manteros. “Llevamos veinte años reclamando esta cuestión. Ni el Ayuntamiento ni la Xunta ayudan en esto. Nadie quiere quitarle el trabajo a nadie, pero tú pagas el local para poder tener un escaparate y una persona se pone a vender imitaciones o tocar un instrumento delante de mi local. Tú, por humanidad, no dices nada, pero te duele. ¿Qué haces si nadie te ayuda?”, sostiene Carrillo.
La seguridad es otra de las cuestiones que necesitan mejorar, a ojos de los comerciantes. “Necesitamos más cámaras y que vuelva la Policía de barrio. Nosotros nos avisamos de robos o hurtos por un grupo de WhatsApp en el que estamos cincuenta o sesenta negocios. La semana pasada una señora se probó unos zapatos y se fue con ellos puestos. Esto pasa a diario. Con lo que cuesta tener un local, necesitamos más seguridad, sobre todo en una zona en la que hay mucho turismo”, señala. La falta de aparcamiento, comenta, es otro problema. Pese a todo ello, la ilusión no se apaga: la Zona Comercial Obelisco está cada vez más viva.