Esta tarde comienza Viñetas desde o Atlántico. Entre los numerosos dibujantes que lo visitarán durante los próximos días se encuentra uno de los nombres más importantes del comic brasileño, que aterriza en la ciudad durante unos días. A finales de los 80 comienza con el género del terror. Entre 2003 e 2012 dibujó la serie 'Sept ballespour Oxford', con guión de Jorge Zentner y Montecarlo, para la editorial belga Le Lombard. Despois vendrían novelas gráficas como 'Tungsteno' (2014), premio a la mejor obra policial en Angoulême 2016, 'Talco de vidrio' (2015), 'Luces de Niterói' (2019) o 'Escucha, hermosa Márcia' (2022), con la que obtuvo el premio Fauved'Or al mejor álbum el año del Festival de Angoulême, el premio a la mejor obra extranjera en Comic Barcelona y el premio Max und Moritz (Erlangen, Alemaña).
No vienen muchos dibujantes de Brasil. ¿Cómo es el cómic allí?
El cómic se ha resentido mucho de la hiperinflación de los años ochenta, como la cultura en general. Cada año se desarrolla un poco más, se va consolidando desde hace 15 años. Dentro de poco podremos referirnos a él como un mercado pequeño pero consistente.
¿Cuáles son los gustos de los lectores brasileños?
Antes era solo comic americano, pero ahora se ha abierto bastante más. El cómic europeo se ha empezado a consumir y también el manga, que es lo que más vende. Pero hoy la diversidad es inmensa.
¿Cuál es su filosofía respecto a la narración?
Yo siempre trabajo para retratar una realidad, la que me ha formado como ser humano, la cultura brasileña que me ha transmitido mi familia. También el entorno donde crecí: vengo de un barrio obrero y todo lo que es la vida cotidiana me interesa mucho.
¿Es su cómic comprometido?
No, no creo que la denuncia sea lo que nos haga falta hoy en día. Nadie está alejado del conocimiento de los problemas actuales. Lo que yo quiero es dar a la realidad una condición ficcional que es muy interesante.
No creo que haya nada que sea realmente banal o que no valga la pena. Creo en la experiencia cotidiana como en algo mucho más potente en sus detalles
¿Cómo encuentra las historias?
No creo que haya nada que sea realmente banal o que no valga la pena. Creo en la experiencia cotidiana como en algo mucho más potente, creo en expresar la experiencia humana en sus mínimos detalles. Creo que hay un poder en ello, en la aventura interna que uno mismo puede vivir.
¿Llama la atención su paleta de en ‘Escucha, hermosa Marcia’. Cielos verdes, carne violeta...
Eso plasma lo de encontrar elementos dentro de la cotidianeidad. Es una historia policíaca, pero con los colores lo que intenté expresar es una desconexión con la realidad a nivel mundial.
¿Desconexión?
Para filtrar la buena información entre la cantidad a la que puede acceder hoy en día. Hay tanta que la gente se suele encerrar en burbujas que respaldan visiones del mundo que no están relacionadas con la realidad.
En otras obras emplea una estética más realista.
Es una imposición de cada historia, porque es la historia la que determina cómo va a ser dibujada. En ‘Tungsteno’ mi intención era crear algo más cercano al thriller, pero con cada comic me veo obligado a encontrar la forma, a reaprender a dibujar, para hacerlo como tiene que ser.