La marginalidad enciende de nuevo las alarmas en el Barrio de las Flores

La marginalidad enciende de nuevo las alarmas en el Barrio de las Flores
El entorno de la calle de las Violetas, punto caliente | Patricia g. fraga

Si existía un oasis de tranquilidad en medio de la creciente sensación de inseguridad ese era el Barrio de las Flores. En muchos sentidos autogestionado en materia de seguridad por una patrulla vecinal, desde el pasado mes de agosto no se habían detectado hurtos, okupaciones ni demás efectos secundarios de la marginalidad y el tráfico de drogas. 


Ese estado idílico parece haber llegado a su fin, según los testimonios de algunos vecinos: en las dos últimas semanas se han registrado peleas entre toxicómanos, mientras que la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores se ha encargado de frustrar un intento de okupación en el bloque 42. 


Medio años después de lograr el desalojo del Club Financiero, y también de pactar la retirada de los inmuebles okupados por toda la zona, un problema que parecía erradicado se ha reproducido exactamente con los mismos síntomas. “Hace poco se pegaron entre ellos (los toxicómanos) por culpa de los perros, pero es que en el barrio en general hay mucha droga”, lamenta la presidenta de los residentes, Caluxa Barrientos. Sin embargo, el caso que ha puesto a todo el barrio en alerta es el asalto con agresión a una vecina a la altura del bloque 35. “Le pegaron y le robaron y ahora la gente ya no va tranquila por la calle”, lamenta la dirigente vecinal.


Narcopisos 


Miran de reojo los vecinos del Barrio de las Flores a otros puntos de la ciudad en los que okupación y tráfico de drogas han ido de la mano. De momento, al parecer, no existe o se ha localizado ningún narcopiso al estilo de los de Monte Alto o el barrio de O Ventorrillo. Para curarse en salud, los residentes han decidido reactivar y retomar la patrulla vecinal: guardias prácticamente de 24 horas en las que existen turno para, tanto desde el balcón, a pie de calle o mediante equipos de vigilancia, velar por la seguridad. 


Y es que uno de los aspectos que más incomoda a los vecinos del Barrio de las Flores es la reducida capacidad de actuación por parte tanto de la Policía Local como la Policía Nacional. “Les mandamos fotos y nos dicen que no pueden hacer nada, básicamente porque no hay de prevenir el problema”, lamenta  Barrientos, quien espera no tener que llegar a la caldeada situación del pasado verano. 

La marginalidad enciende de nuevo las alarmas en el Barrio de las Flores

Te puede interesar