El espectáculo ‘El gran hotel de las reinas’ llega mañana a Palexco. El show cuenta con las doce participantes de la temporada 2 del programa Drag Race España, con la presencia de Supremme De Luxe y Paca La Piraña. Hablamos con una de sus huéspedes, la drag Marisa Prisa.
Nació en Burela y ‘El gran hotel de las reinas’ llega a Galicia, ¿le apetece actuar en su tierra?
Sí, ya hemos actuado en Vigo pero a A Coruña es donde va a ir toda mi gente, así que con muchas ganas, mucha emoción y un poco de nervios. Después de 94 funciones que llevamos, ahora tengo nervios (ríe). Es la primera vez que me ve actuar mi abuela en directo y es mucha emoción.
Dijo una vez que su drag es versátil, “como una señora de pueblo que intenta ser rica”, ¿qué caracteriza a sus estilismos?
La gente que sea de Disney o súperamericanista en cuanto a películas lo entenderá. La típica mujer florero americana que quiere consentir a los niños y es rubia tonta, esa soy yo, esa soy yo, de verdad. Con su trajecito mono que no sabe ni cuánto le ha costado porque la tarjeta pasa siempre, ese es mi drag.
Y hasta hizo una adaptación del traje tradicional gallego...
Lo hice para entrar en el programa (Drag Race España). Me parecía muy necesario llevar la cultura gallega y qué mejor opción que entrar con el traje regional. Obviamente con el de gala, porque claro, como toda señora, cuando va a la tele, va de gala (ríe).
¿Cómo era el traje?
Lo que yo hice fue reinterpretarlo de una manera visual, y luego ya me quité la falda y llevaba como un body elaborado con el mismo tipo de marroquinería, con las calzas, la ropa interior que se viese, porque al final el traje lleva muchas capas y nunca se aprecian.
¿Qué supuso su paso por Drag Race España?
Aparte de una meta personal, fue como una mejoría, porque yo además había vuelto a Galicia después del covid y estaba como desanimado, tanto artísticamente como personalmente, y me dio ese impulso que necesitaba para decir: “merece la pena todo lo que haces, por lo que llevas luchando años, y sigue luchando por ello”.
¿Cómo es el espectáculo?
Es algo superchulo, muy dinámico porque somos doce drag queens cada una con su estilo. No hay ningún momento que te vayas a aburrir, son vibras diferentes constantemente, el público siempre está atento a lo que viene. Son tres horas de espectáculo que se pasan superrápido, y no lo digo yo, lo dice el público que me lo transmite, estamos supercontentos de que la respuesta sea esa.
¿Cómo es trabajar con el resto del elenco?
Todas mis compañeras hemos hecho una hermandad muy bonita. Con Supremme la hemos conocido más que en el programa, aquí estamos conviviendo con ella todo el rato durante tanto tiempo y Supremme es genial. Y con Paca más de lo mismo, es una locura andante y es el alma de la fiesta de la gira.
¿La gente que acuda se lo va a pasar muy bien?
Es un espectáculo que sigas o no sigas el programa te vas a divertir, a olvidarte de tus problemas, a abrir tu mente y sobre todo a disfrutar y evadirte.