9º-14º
lunes | 25 noviembre | 2024
En los últimos años, todos los expertos consultados coincidían en señalar un punto: cada vez hay más heroína en la calle. Aunque esto se puede decir de casi cualquier droga, es más preocupante en el caso de este opiáceo, que se convirtió en una verdadera epidemia. Durante el año pasado, la Policía Nacional ha puesto en marcha un plan especial contra los puntos negros de venta de droga. Diez en total, y en seis de ellas, los sospechos detenidos traficaban con heroína.
La cocaína y el hachís son los otros dos estupefacientes con los que traficaban los sospechosos. En total, 16 traficantes fueron detenidos, la mayoría por el Grupo de Tráfico Medio de la Udyco (Unidad de Drogas y Crimen Organizado). En cuanto a las cantidades de droga incautadas, estas fueron necesariamente pequeñas, dado que en los narcopisos se guarda solo la cantidad necesaria para la venta inmediata.
En algunos casos, estos puntos de venta son en realidad edificios okupados, como ocurrió con el inmueble de la Travesía de la Cerca, en O Castrillón. Fue el 28 de abril cuando se llevó a cabo la operación, que los vecinos estaban esperando desde hacía tiempo. En muchas ocasiones los propios residentes de la zona informan a las autoridades, a través de la sección de Participación Ciudadana, de lo que está ocurriendo en cuanto ven a los toxicómanos entrando y saliendo.
Sin embargo, solo después de montar un dispositivo de vigilancia y reunir suficientes pruebas, los investigadores obtienen del juzgado el permiso para entrar en un domicilio, incluso si se trata de un edificio okupado. Aunque no siempre es así: en lo que es probablemente la intervención más inusual del año, detuvieron a un sargento de Ejército destinado en el Cuartel de Atochas como sospechoso de narcotráfico. Lo hicieron cuando estaba conduciendo, y encontraron la droga en una mochila. Aquello ocurrió el 25 de marzo.
Dentro de esa mochila había cocaína y hachís. Según la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga (Aclad), de los solicitantes de ayuda para desintoxicarse que atendieron durante 2021, el 38% consumía cannabis, pero el 39% tomaba cocaína. Solo el 5% era adicto a la heroína.
En cuanto a las drogas de diseño, como el MDMA, en Aclad reconocen que se consumen de forma frecuente, pero que no suponen el principal problema de los usuarios por el que estos deciden comenzar a recibir tratamiento. En todo caso, en ninguno de los puntos de venta cerrados por la Policía Nacional se encontraron estas drogas, porque se suelen vender en el entorno del ocio nocturno.
En cuanto a los barrios en los que ha actuado la Policía Nacional, estos incluyen Monte Alto (calle San José y cuartel de As Atochas), la Segunda Fase de Elviña (Vicente Aleixandre y avenida de Oleiros), pero también en Pescadería (calle Orzán) y en la ronda de Outeiro en dos ocasiones. La venta de droga se encuentra bastante dispersa por la ciudad, aunque existen algunos barrios, como Monte Alto, donde parece haber más actividad.
En cualquier caso, los vecinos agradecen la intervención policial, puesto que les permite librarse de un punto negro en sus barrios que atraen a toxicómanos y, por tanto, a la delincuencia, puesto que la venta de droga suele traer aparejada peleas, agresiones y hurtos que aumentan la inseguridad ciudadana y enturbian la convivencia. Pero a veces el alivio es temporal, como ocurrió en el caso de travesía de la Cerca. Los vecinos de O Castrillón anunciaron que el volvía a estar okupado y en el negocio.
El caso de la travesía de la Cerca no es el único en el que una casa okupada se convierte en un escenario de actividades criminales. De hecho, es bastante habitual, como saben los vecinos de Os Mallos, que han tenido que aguantar peleas entre narcotraficantes, que incluyen reyertas callejeras con palos o cuchillos, rotura de cristales o incluso incendios intencionados. Sin embargo, hace meses de los últimos incidentes. En el caso de la Sagrada Familia, la Policía Nacional desalojó hace justo un año un bajo también okupado en el que descubrieron una gran cantidad de material robado, que incluía numerosas bicicletas. Entre los artículos requisados se encontraban varias televisiones de distintos tamaños, palos de golf, un monopatín y aparatos electrónicos. Los vecinos de la zona habían denunciado la existencia de problemas relacionados con la venta de drogas.
