Medio Ambiente afronta problemas graves en tres de sus contratos más importantes

Medio Ambiente afronta problemas graves en tres  de sus contratos más importantes
Un camión de PreZero recoge cartón en la calle Real

El mes de agosto mantiene en mínimos la actividad municipal a la espera de comenzar en septiembre y el hecho de que en los últimos dos meses se hayan celebrado dos elecciones (municipales y generales), ha afectado también a la administración local, que lleva tiempo en ralentí. Por eso septiembre se adivina especialmente problemático, sobre todo en el área de Medio Ambiente: el contrato de contenedores, el de la perrera municipal, o el de la planta de reciclaje de Nostián se hallan inmersos en graves problemas.


Es este último caso, el de la planta que gestiona Albada, es la que más sangrante resulta. La concesionaria gestiona desde hace más de tres años las instalaciones de forma irregular, porque el contrato no se pudo licitar a tiempo. La Marea Atlántica había dejado los pliegos de condiciones listos, o eso aseguraba su portavoz, María García. 


Sin embargo, la concejala de Medio Ambiente del mandato pasado, Esther Fontán, aseguró haber encontrado graves deficiencias en ese documento, que debía sentar las bases de uno de los contratos más importantes (y costosos) del Gobierno local: 334 millones de euros en siete años. Cuando todo parecía listo, a finales del año pasado, se anunció un bombazo: se pasaba del actual modelo húmedo seco (de dos contenedores de orgánico e inorgánico y los dos de cartón y cristal) a uno de tres (orgánico, inorgánico y envases ligeros, a los que hay que añadir los de cartón y cristal).  La razón que alegó es que debía adaptarse predominante.
 

Este sistema, aunque es el que se emplea por defecto en toda España y Galicia, obtiene peores resultados que el húmedo-seco. Hay que tener en cuenta que las plantas de reciclaje se financian en gran medida por las cuotas que les paga la empresa Ecoembes (formada por las principales generadores de envases) por la devolución de dichos recipientes. Actualmente, la plantilla de Nostián separa dichos envases a mano, en vez de confiar en la separación en origen, de ahí el mejor resultado. 
 

El cambio de sistema provocará un aumento en las tasas de basura, sin contar el coste de los nuevos contenedores, lo que supondrá un aumento en las tasas de recogida que alarmó al Consorcio As Mariñas, que agrupa a los municipios del área que reciclan su basura en Nostián. El Gobierno local respondió con la redacción de un documento para solicitar al Ejecutivo central la excepcionalidad. Dicho documento se pasó al consorcio el seis de mayo. Es decir, hace más de tres meses, pero no se ha enviado a Medio Ambiente. 
 

Cuestionada el 28 de julio sobre si el Gobierno local ha cambiado de opinión y abandonará definitivamente el modelo-húmedo seco, la alcaldesa, Inés Rey, se mostró evasiva: “O Gobierno local tomará as decisións que sexan mais acaidas e que por suposto cumpran a legalidade”. A falta de una confirmación clara, todo parece indicar que, efectivamente, A Coruña entrará en el modelo del tercer contenedor.
 

Anulación de contrato 

Pero estos no son los únicos problemas que genera la basura. Agosto también es un mes inhábil para la Justicia. El 26 de julio se publicó una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza (TSXG) que estimaba la demanda de la empresa Valoriza contra la decisión municipal de adjudicar el contrato de contenerización y recogida de residuos  (11,6 millones al año) a PreZero, porque sus instalaciones en A Grela no cumplían los requisitos urbanísticos, entre otros temas  
 

Por supuesto, la resolución no es firme, y se puede interponer un recurso de casación, pero complica aún más las cosas a la Concejalía de Medio Ambiente. Y, por si fuera poco, también el contrato de las perreras municipales está cuestionado: el 28 de julio, el juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº2 emitió un auto donde requería al Ayuntamiento que presentara alegaciones para impedir que aprobara medidas cautelares que supondrían evitar la adjudicación del contrato de la perrera municipal a Servigal (477.700 al año). El proceso fue iniciado por Más Cuidados, que había presentado una propuesta más económica que la de su rival. 

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