"En ningún momento lo vi hacer nada". Con esta frase Marcos, uno de los dos condenados por el crimen de Samuel Luiz, por entonces menor de edad, ha tratado de exculpar a Alejandro Míguez, uno de los acusados por la agresión mortal al joven de 24 años. Este se enfrenta a 22 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento. Cuando Marco escuchó "gritos, como una trifulca", este relata que se acercó, junto a Míguez, "a ver qué pasaba", quedándose, asegura, "distanciados". "Míguez iba caminando a mi lado y no hizo nada. Camino con él por el Paseo Marítimo viendo lo que pasaba. Estábamos viendo una trifulca y Alejandro Míguez en ningún momento hace nada", añade.
Marco, que estuvo en el parque de San Diego con Kaio Amaral, su novia y Alejandro Míguez tras acompañar a una amiga al Hospital de A Coruña debido a una intoxicación etílica, comenta que se enteró de la muerte de Samuel "al día siguiente". A preguntas de los letrados, confirma que no vio ni a Kaio Amaral ni a Katy Silva agredir a la víctima.
Este condenado testifica por videoconferencia desde el centro de menores en el que se encuentra. También lo hará de esta forma el segundo condenado. En el momento de los hechos todavía eran menores de edad y, tras un acuerdo de conformidad entre las partes personadas, el juez decretó su ingreso en un centro de reeducación en régimen cerrado. Su condena, de tres años y medio, está a punto de cumplirse. A su salida estarán sometidos a la medida de libertad vigilada durante tres años.
El segundo condenado, David, tan solo asegura recordar un "tumulto" con "gritos y gente corriendo". Dice no recordar tampoco si se dieron puñetazos o patadas a la víctima y tampoco qué personas participaron en la agresión.