Michael Dudok de Wit | “Tras ganar el Oscar, sigo teniendo que pasar por los mismos procesos para buscar financiación”

Michael Dudok de Wit | “Tras ganar el Oscar, sigo teniendo que pasar por los mismos procesos para buscar financiación”
Michael Dudok de Wit, ayer en Afundación | Javier Alborés

El cineasta neerlandés Michael Dudok de Wit visitaba ayer la ciudad para participar en el festival de animación Imaxinaria, en Afundación, donde no solo proyectó su última película, ‘La tortuga roja’, sino que dio también una masterclass.
 

‘La tortuga roja’ fue la cinta animada que lo convirtió en el primer director no japonés en ser producido por el Studio Ghibli. “Fue algo muy, muy, muy inesperado”, asegura el creador, que cuenta que conoció a uno de sus cofundadores, Isao Takahata, en un festival. Al estudio nipón le había gustado su corto ‘Padre e hija’, con el que ganó el premio Oscar y, vía carta, le dieron un cumplido que no esperaba, pese a su gusto por la cultura japonesa, cuando le dijeron que les parecía “una película japonesa”. "Yo no trabajo para parecer japonés, pero me gusta mucho su tradición, su jardinería, su arquitectura y sus pinturas clásicas han sido una gran inspiración para mi", asegura Dudok de Wit.

 

Tras la primera carta que le enviaron, también visitó los estudios, en Japón, donde en una reunión con uno de los productores logró conocer, de casualidad, a Hayao Miyazaki. Lo sorprendente de la petición de Ghibli, coproducir ‘La tortuga roja’, “era porque no solían trabajar con directores de fuera de Japón”.
 

Me sorprendió la carta de Studio Ghibli porque no trabajaban con directores de fuera de Japón

 

‘Padre e hija’, el corto que llamó la atención en Ghibli, le hizo ganar el Oscar a comienzos de los 2000, un premio que le valió reconocimiento en campos como la publicidad, donde un par de semanas después le llegó una oferta para un anuncio de AT&T, debido al "glamour" del galardón. Lo bueno, y diferente, de aquella oferta fue que "me dieron mucha libertad, querían mi personalidad y estilo, me permitieron una aproximación más personal, fue más satisfactorio", apunta, ya que normalmente es un proceso que "está mucho más controlado". 

 

Pero, en el fondo, el Oscar no cambió sus formas de trabajar: “No es como con las estrellas de cine que, de repente, se convierten en estrellas más importantes, yo sigo teniendo que pasar por los mismos procesos que todo el mundo para encontrar financiamiento”, asegura. Otro de los aspectos que agradece de premios como este, los Bafta o los César, es que, personas que "no se toman los cortos en serio, que no se dan cuenta de que son una forma de arte por si mismas", cambian su prisma y se dan cuenta de "que es más interesante de lo que creían".

 

Inicios y festival

Dudok de Wit asegura que festivales como Imaxinaria son sus favoritos, “porque es donde se muestran las creaciones artísticas”. Y porque fue en un festival así donde, en 1975, se decantó por este sector para dedicarse a él. Era en Francia y allí vio el “trabajo duro de la animación y a quien lo hacía”, todo ello alejado “del glamour o el ego, era gente normal haciendo su maravilloso trabajo, ahí encontré mi tribu, la comunidad a la que quería pertenecer profesionalmente”, apunta el director neerlandés.

 

Desde aquellos mediados 70, hasta ahora, el mundo de la animación ha cambiado mucho, por el avance de la tecnología. El propio creador cuenta que ahora puede dejar a un lado el lápiz de grafito para dibujar sobre un 'pad' y ver el resultado en directo en la pantalla. Los avances tecnológicos han abierto la posibilidad de "hacer una película entera en tu habitación, es más accesible". 

 

Todo esto ha hecho que "países que no tenían tradición en animación, hoy en día están haciendo películas y liderando festivales". Cuando él empezó, por ejemplo, los países lationamericanos apenas tenían estudios, asegura, "empezaron de cero y ahora tienen algunas de las mejores películas", "el arte se ha convertido en algo más mundial", indica antes de señalar que algo similar está ocurriendo en África, "pero no al mismo ritmo".
 

Futuro

Ahora, tras el “intenso”, pero “satisfactorio”, trabajo para acabar ‘La tortuga roja’, “necesitaba algo de distancia”, de unos años, hasta el próximo diciembre, cuando empiece su nuevo corto. 

 

Mientras tanto, en este tiempo, se ha decantado por la difusión del conocimiento. Aunque da clases de varios días, él asegura que prefiere las masterclasses, como la que impartió ayer en Imaxinaria antes de ver 'La tortuga roja'.

Michael Dudok de Wit | “Tras ganar el Oscar, sigo teniendo que pasar por los mismos procesos para buscar financiación”

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