La astrofísica y catedrática de la Universidad de A Coruña Minia Manteiga (Negreira, 1963) acaba de ser elegida como nueva presidenta de la Sociedad Española de Astronomía (SEA), un cargo que asumirá en enero de 2025 cuando releve al actual presidente, Benjamín Montesinos. Manteiga también contribuye desde hace años a la elaboración del archivo de la misión Gaia, desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA), y es desde 2022 académica numeraria de la Real Academia Galega de Ciencias, desde donde realiza labores de divulgación de la astronomía en Galicia.
¿Qué representa para usted convertirse en presidente de una institución como la SEA?
Para mí es un honor y un reto. Un honor porque somos una comunidad muy amplia y numerosa y con un nivel científico muy alto. Que cuenten conmigo para asumir un cargo de esta responsabilidad es algo que aprecio muchísimo. Por otro lado, es un reto, porque este es un trabajo que hay que hacer bien para intentar cumplir las expectativas de la comunidad y focalizar sus proyectos. Por suerte, cuento con un equipo muy bueno, que en parte va a ser heredado del actual presidente.
¿Cuáles son los objetivos de esta institución?
La ESA se creó en 1989 y sus objetivos son dos: promover la ciencia de la astronomía y la astrofísica en España y servir como foro de contacto para los miembros de nuestra comunidad. Es un espacio donde todo el mundo puede compartir ideas. Intentamos sobre todo apoyar a la gente joven que empieza su carrera científica con cuotas reducidas, becas o premios.
¿Cuáles son algunas de las iniciativas que están promoviendo?
Por ejemplo, organizamos un premio a las mejores tesis doctorales de España cada año e invertimos en diversas comisiones de divulgación, como ‘La noche de los investigadores’ o ‘Chatea con una astrónoma’, que está enfocada a que las niñas tengan vocación por las STEM [Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas]. Además, tenemos una comisión que se dedica a estudiar la sostenibilidad de la organización y otra que estudia las constelaciones de satélites de baja órbita.
¿Por qué se estudian? ¿En qué afectan a la investigación?
Estos satélites se están promoviendo principalmente desde Estados Unidos, aunque también desde España. Son un problema para la astronomía porque dejan trazas en los detectores que utilizamos para observar el cielo. Esto, unido a la contaminación lumínica, va a ser un problema muy difícil de corregir en el futuro. Intentamos mover voluntades al respecto, porque aunque todos queremos estar seguros al caminar por la noche, la iluminación puede hacerse con un poco de conciencia astronómica. Por ejemplo, se pueden usar luces naranjas que no solo emiten menos energía y contaminan menos sino que también son mas amigables para los seres vivos.
También participa en la misión Gaia de la ESA.
Sí, llevo colaborando con esta misión desde el 2007. Los equipos españoles que participan en el proyecto están en Barcelona y en A Coruña. Nos dedicamos a procesar los datos de la misión Gaia para contribuir a la elaboración de su archivo. Esto lo conseguimos mediante técnicas de inteligencia artificial. Creo que el Citic [Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones] es el sitio ideal para contribuir a esta misión.
¿En qué nivel de desarrollo se encuentra la astrofísica en España?
El nivel científico se mide sobre todo por el número de publicaciones y la participación en proyectos importantes. En la última reunión de la SEA se comentó que España ocupa el décimo lugar a nivel mundial en cuanto a Astronomía y Astrofísica. Es una posición muy relevante para un país relativamente pequeño. Aquí, por lo general, la gente se mueve mucho y hace estancias en el extranjero. Además, España ofrece varios observatorios astronómicos de mucha calidad, como los de las islas Canarias, o los de Andalucía y Teruel.